"Los Diablos de Teloloapan" narran episodios de la Independencia de México

Con sus peculiares máscaras, esta tradicional danza es un concepto cultural que rememora la batalla de soldados independentistas al mando de Pedro Ascencio Alquisiras contra el ejército de Agustín de Iturbide

Abel Miranda / El Sol de Acapulco

  · lunes 24 de junio de 2024

Cuenta la leyenda que Pedro Ascencio Alquisiras era un Nahual y que tenía a su mando un ejército de "diablos". /Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco.

"Los Diablos de Teloloapan" y sus peculiares máscaras no son una danza, son un concepto cultural que rememora una batalla registrada en la época de la Independencia cuando un grupo de valientes soldados independentistas, al mando de Pedro Ascencio Alquisiras, se visten de diablos para enfrentar al ejército de Agustín de Iturbide y por el miedo que les infunden las máscaras logran la victoria.

De acuerdo con el historiador y docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero, Marcial Josué Sánchez Moreno, entre los miembros del ejército de Iturbide se difundió el rumor de que Pedro Ascencio Alquisiras era un Nahual (Humano que puede asumir formas de animales) y que salía de las cuevas convertido por eso. Cuando lo vieron rodeado de un ejército de "diablos", muchos huyeron y entonces logró la victoria y liberar a su pueblo del yugo español.

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El historiador participó este domingo en la Sexta Muestra del Orgullo Calentano, portando una mascara de más de un metro de alto y que pesa 35 kilogramos; fue tallada en un trozo de árbol de colorín por el escultor Fidel de la Fuente Basave, mejor conocido como “El Diablo Mayor”.

Chilpancingueño de nacimiento y calentano de corazón, el historiador y docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero, Marcial Josué Sánchez Moreno, porta las máscaras de Diablos desde los 11 años. /Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco.

Marcial Josué Sánchez Moreno indicó que él nació en Chilpancingo, pero tiene un gran apego por la cultura calentana porque sus padres fueron de esta región de Guerrero y aunque es chilpancingueño, desde los cinco años aprendió el valor histórico cultural de las máscaras de Diablos y las de gran tamaño, como la que portó este día y que las usa desde los 11 años.

“Si algo nos ha enseñado la historia es que como combates a Dios, con el Diablo y los españoles nos inculcaron la religión católica”.

Sembradíos de la flor. / Foto: Juan Manuel Molina | El Sol de Acapulco

Explicó que la idea de vestir a los insurgentes de diablos fue de un calentano de nombre José Atanasio, quien vestía una cuera de gamuza de venado, la cual se ocupaba para arriar el ganado y en este caso para protegerse de los arbustos espinosos.

Explicó que las máscaras hoy no son para asustar sino para enseñar historia y se convierten en una especie de murales históricos en los que se narran episodios de la historia nacional.

“Llevan por nombre las narrativas o magistrales, ésta en particular se llama “Bicentenario de la Independencia”; en estas máscaras buscamos, más que asustar, enseñar la historia. Es por eso que en este que es el Bicentenario, viene el Grito de Dolores, la muerte de Pedro Ascencio, vienen los alares de Teloloapan, entre otras aportaciones históricas que se pueden ver en las figuras”.

Esta gran máscara de Diablo tiene más de un metro de alto y pesa 35 kilogramos; fue tallada en un trozo de árbol de colorín por el escultor Fidel de la Fuente Basave. /Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco.