Los Diablitos “La Banda” de Cuajinicuilapa salieron el Día de los Muertos a honrar a los espíritus de los muertos que vuelven para visitar a sus familias y los altares que les fueron colocados, también es un intento de que las tradiciones no desaparezcan en las nuevas generaciones.
La Danza de Los Diablos es un intercambio cultural que se transformó y adquirió influencias católicas, que se traslado a las tradiciones indígenas más importantes de la región de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, principalmente en el municipio de Cuajinicuilapa, el cual fue declarado Sitio de Memoria de la Esclavitud de las Poblaciones Afrodescendientes.
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Esta agrupación compuesta por 12 niños y niñas, tiene el fin preservar esta tradición en las nuevas generaciones y darle un significado a esta ceremonia con historia y aportaciones en las luchas contra la esclavitud en épocas muy tempranas durante el virreinato.
Hace un mes, Los Diablitos “La Banda” emitió una convocatoria a niños y niñas para que formaran parte del grupo de danza, la cual tuvo una gran aceptación de los padres de familia.
El responsable de la agrupación, Diego Agama Noyola afirmó que iniciaron el 7 de octubre de 2023 el reclutamiento de jóvenes para sumarse a los ensayos de “La Danza de los Diablos” y consta que los participantes usan máscaras con barbas de cola de caballo y portan ropas de harapo.
“Desde niño se me enseño esta danza fue a través de mi papa, quien diseña las máscaras de los Diablos. Ahora, decidí formar este grupo junto con otros amigos, para que continuara esta bella tradición de nuestro pueblo”, expresó.
Otras creencias del pueblo de la región de la Costa Chica señalan que los diablos tienen un papel importante de intermediarios entre la vida y muerte, quienes se encargan de proteger a los vivos al impedir que los muertos visiten el mundo en otros días que no sea el Día de Muertos.
La Danza de Los Diablos, esta conformado por un grupo de 12 personas, que va dirigido por el “Diablo Mayor” que representa el papel de líder, y la “Minga” es personificada por un hombre que usa ropas consideradas de mujer mientras carga un muñeco.
Además, de que los danzantes están acompañados de tres músicos que tocan la “charrasca” (una quijada de burro o caballo que se usa a manera de güiro), el bote (un instrumento que posee un parche de cuero y que emula el rugido de un tigre), el violín y la armónica.