Listos los festejos ¡Mañana es el Día de las Mulas!

El ingenio mexicano asociado a la religión  hace del Jueves de Corpus una singular celebración

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · miércoles 15 de junio de 2022

Hábiles manos le dan forma a las mulitas. / Foto: Cuartoscuro

El ingenio mexicano ha alcanzado hasta la religión, como ocurre durante la celebración del “Día de las Mulas”, en las que se hace broma a quienes se llaman Manuel y se les asocia con este animal, en los festejos del Jueves de Corpus Christi.

Para poder entender porque se alude a este animal, hay que remontarse a la conquista del nuevo mundo por los españoles, quienes al traer consigo su religión católica y las costumbres evangélicas que practicaban, entre ellas la celebración del Jueves de Corpus Christi.

Este se realiza a los 60 días después del Domingo de Resurrección de Cristo y fue instaurado por el papa Urbano IV desde el año 1264, según el Vaticano. En 1263, ocurrió el denominado “Milagro de Bolsena”.

¿Pero de donde nace este milagro? Cuenta la historia, que un sacerdote de Bohemia, recién llegado a la pequeña localidad italiana de Bolsena, dudó de la presencia de Cristo en la Eucaristía, luego de haber celebrado una misa en la tumba de Santa Cristina.

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En el proceso conocido como la consagración, el clérigo rompió la hostia y de ella manaron unas gotas de sangre. Cuando el papa Urbano IV tuvo conocimiento de esto, envió al obispo Giacomo para recopilar las evidencias y avaló el milagro, a partir de entonces se instauraría el Corpus Domini o Corpus Christi.

El jueves de Corpus fue parte del rito católico en la misma época que los españoles llegaron al nuevo continente americano. En nuestro país se le conoce como el Día de las Mulas o Día de los Manueles (nombre que en hebreo significa “Dios con nosotros”).

Hay que señalar que existen dos versiones sobre la presencia de las mulas durante este festejo religioso. Una de estas, parte de la leyenda católica que alude a la conversión que hizo San Antonio de Padua de un no creyente sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía al lograr que una mula se arrodillara frente a la hostia.

El “hereje” dijo que habría de entregarse en fe luego de que el sacerdote franciscano lograra, en el proceso de consagración, que su mula se hincara. El plan era que el no creyente tendría su mula encerrada en el establo durante algunos días sin darle de comer; después la llevaría a la plaza, ante la gente, poniéndole delante el forraje.

Familias enteras de dedican a la elaboración de las figuras. / Foto: Cuartoscuro

Mientras que, Antonio de Padua debería poner la hostia ante la mula: si el animal se hubiera arrodillado ante la hostia, ignorando la comida, se habría convertido en un fiel cristiano.

El día convenido, el padre mostró la hostia a la mula y ordenándole hincarse, el animal accedió, bajo la cabeza y se arrodilló ante el cuerpo de Cristo sacramentado, por lo que el “hereje” dejo de serlo y se convirtió en católico.

Otra versión precisa que la presencia de las mulas en el festejo del Jueves de Corpus se debe a que estos animales eran usados por los fieles indígenas para transportar ofrendas y alimentos, mismos que transportaban desde lugares lejanos cuando acudían a celebrar este acto religioso en la capital mexicana.

Esta tradición incorporaría nuevos elementos y fincaría su vigencia a través de la interpretación de ciertas costumbres, en Puebla es común que se regalen mulas con el nombre de quien la recibirá, junto con la leyenda “felicidades en tu día”, broma que se ha extendido al resto del país, como en Guerrero.

En el puerto de Acapulco, se ofrecen estas figuras hechas de hoja de maíz, ataviadas con coloridas flores y artículos de barro como cazuelas y jarros. Los comerciantes venden “mulas” hechas de hoja de plátano, adornadas con el colorido de huacales llenos de fruta y, en algunos casos, flores.

Cabe señalar que se acostumbra para el Jueves de Corpus vestir con ropa de manta, huaraches y pintar bigotes a los niños pequeños, mientras que a las niñas les ataviaban con trenzas, collares, faldas y blusas bordadas en alusión a la indumentaria indígena.