Por más de 30 años, “Las Piñatas” se han convertido en un punto de referencia para los chilpancingueños, quienes acuden a esta zona ubicada en el Barrio de San Francisco, a adquirir una de estas piñatas para todo tipo de celebración.
Son unos cuatro locales que se dedican a la venta de piñatas de todo tipo, y que se encuentran establecidos en los márgenes del encauzamiento del río Huacapa.
Todos ellos son hijos y nietos de Margarita Bautista (85 años), quien enseñó a todos el oficio.
La ciudadanía comenzó a bautizar ese lugar como Las Piñatas, debido a la concentración de varios locales que ofrecen esos productos.
Hace más de 30 años, no lo recuerda muy bien Margarita, que comenzó el negocio para sacar adelante a sus 11 hijos, dado que su esposo era alcohólico, y abandonaba mucho a su familia.
“Tenía que buscar el modo para darles de comer”, recuerda.
Inició con piñatas de tamaños muy pequeños, y después comenzó a hacer del tamaño común para todo tipo de fiestas y eventos especiales.
A partir de ese momento, no había dejado de elaborarlas, hasta que la vejez le impidió llevar el ritmo de trabajo, ahora las encargadas del negocio familiar son sus hijos y nietos.
Para elaborar una piñata mediana el tiempo de elaboración ronda la hora y media, mientras que para las de mayor tamaño se necesitan hasta 4 horas.
Para estas fiestas decembrinas, Margarita recomienda las piñatas de siete picos, las que considera como las clásicas para la ocasión y que representa romper con los siete pecados capitales, la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia, y la pereza.
Los costos de las piñatas van de los 80 a los 120 pesos, y según Margarita, en esta temporada es cuanto más se venden, dado que en otra época del año ya no se venden, y solo se compran algunas para fiestas de cumpleaños.