Las 7 esquinas, lugar emblemático que tuvo su tiempo de auge en los 80's y 90' s, con sus locales de mariscos y bares, hoy es zona de balaceras y parte de la historia del Acapulco que se fue.
El turistologo, José Cedano Galera, en sus memorias, puntualizó que este sitio se encuentra sobre la avenida 5 de Mayo, calle Xochitl y Noria, que pertenece al barrio de Petaquillas, donde fuera punto de encuentro de políticos, intelectuales, empleados de instituciones bancarias y de oficinas de los tres órdenes de gobierno.
¿Que era lo que atraía a la gente a este lugar? Bueno, había locales rústicos de venta de mariscos frescos, como el ostión, la almeja, cucarachas, el clásico ceviche, campechana o los "morritos" de pez vela, pescado frito, camarones al mojo, pero también atraía que sobre esa misma línea se podía degustar un rico pozole en el restaurante 'La Chilapeña".
Además, las cantinas funcionaban como botaneros y era una variedad de guisados que ofrecían al cliente, mientras degustaba unas cervezas a punto de congelamiento, por lo que era cotidiano escuchar la rockola con música de conjuntos musicales, entre los que estaban los más populares: El Acapulco Tropical y el oriundo de Matamoros, Rigo Tovar, con el grupo Caribe y la Luz Roja de San Marcos.
El ambiente que se respiraba, atraía a uno que otro turista extranjero, que al ingresar podía ser parte de la "gallada" , como se identificaba a los clientes frecuentes, que al final de unos tequilas, salía hablando español y dejaba enseñanza del inglés a los que se topaba en estos sitios de diversión y de degustación de todo tipo de bebidas alcohólicas.
El también presidente del Colegio de Licenciados en Turismo del Estado de Guerrero, José Cedano Galera, en sus apuntes describe que un lugar que le dio notoriedad fue el Bar Y Griega, que estaba en la calle cinco de Mayo y José Valdez Arévalo, que era administrado por el propietario de las librerías "Waldo", en 1985.
En ese sitio, de simple bar, fue transformado en un elegante centro nocturno, en el que se le incluyo tecladistas, entre estos El Zorro y Paquita, grupos musicales y espectáculos cómicos con Tlahuica Jr., si, del famoso Costeño, que le dio un realce al lugar y atraía clientes nuevos.
Esto dio notoriedad a las 7 esquinas, que pronto hizo que la zona se convirtiera en punto de encuentro y hubiera tráfico intenso, pero sin proponérselo opaco a sus competidores, pues las pequeñas cantinas cerraron y paulatinamente alcanzó a los locales de mariscos.
Aunque estos últimos fue porque sobre Noria, se abrió el restaurante de Mariscos Las Gaviotas y Buzos, que fueron los que le dieron la puntilla y cerraron, sellando así su suerte este emblemático lugar, pues puso fin a años de nutrida concurrencia.
El Bar Y Griega, también fue perdiendo clientela y con el tiempo fue traspasado, pero nunca pudo recobrar sus días de auge y finalmente cerró en 2009, actualmente funciona una lavandería y del bar no quedó ni un vestigio.
En la actualidad es una zona catalogada como foco rojo, por los constantes homicidios y balaceras que protagonizan grupos antagónicos vinculados con el crimen organizado, quienes además cobran cuota a los comercios, queman vehículos y locales, por eso al llegar la noche pocos, pero muy pocos, se aventuran a caminar por las 7 esquinas.