Aquí la historia...
Con apenas 387 habitantes, la comunidad "Salsipuedes", ubicada dentro de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, esconde leyendas y mitos sobre el origen de su nombre.
Perteneciente al puerto de Acapulco de Juárez, esta población rural forma parte de las 769 comunidades que conforman este municipio costero, que es el centro económico más importante del estado de Guerrero.
Salsipuedes se encuentra cerca de Agua Caliente, Amatillo y Parotillas, su población se dedica a las labores del campo y parte de su gente emigra anualmente a los Estados Unidos, para trabajar en la pisca.
Norberto Refugio Chamú, vecino de esta comunidad rural, relata que el nombre del pueblo tiene su origen basado en historias y leyendas, que van desde el mito a hechos deformados o magnificados por la fantasía.
Sin embargo, los viejos habitantes de este pintoresco lugar, coinciden que en realidad, el nombre se acuñó a raíz de un suceso que pasó hace más de 50 años.
Tiene que ver cuando apenas se formó la cuadrilla, eran los primeros que ocuparon esta extensión de tierra ejidal, que contaba con un caudaloso río y una variada vegetación.
Se distinguió del resto de los asentamientos humanos que empezaron a invadir lo que hoy es conocido como los Bienes Comunales de Cacahuatepec, porque había descendientes de la madre patria.
Por lo que había hermosas jovencitas, que bajaban al río a refrescarse, a lavar ropa o llevar agua para sus necesidades propias del hogar, lo que atrajo la atención de algunos vecinos.
Entre estos figuraba un personaje, cuyo nombre se perdió con el tiempo, pero que hacía sus recorridos a caballo y cuando se enteró de la existencia de las bellas adolescentes, no dudo en ir a "husmear".
Una vez que confirmó que era cierto que había mujeres bellas, se entusiasmó y quiso emparentar para mejorar su raza, por lo que planeó la forma de como raptar a una de ellas y hacerla su mujer, práctica que era común en esos tiempos.
Refugio Chamú, refiere que este osado hombre, no sólo organizó con otros dos cómplices ir al río a llevarse a una de las jóvenes, sino que lo vociferó a los cuatro vientos y no tardó en llegar sus aviesas intenciones a oídos de los familiares de las bellas adolescentes.
Fue cuando se armaron con machetes y vigilaron al fuereño, quien ajeno llegó al río y esperó oculto que bajaran las mujeres, pero para su sorpresa fue sorprendido por los pobladores y le hicieron frente.
Pese a esto, el hombre envalentonado les gritó que iba por una joven y que se la iba a llevar, fue cuando cerraron el cerco y lo retaron "no sólo no te vas a llevar a ninguna de las muchachas, ahora Sal si Puedes".
Fue como el extraño comprendió que le iba la vida y tras pedir disculpas, lo dejaron ir y a sus dos acompañantes, nunca más regresó, pero los locales recordaron el episodio y la valentía de cómo enfrentaron la situación; el hecho recorrió distancias y sin proponérselo, fue tema de conversación de los mayores, que conforme iba de boca en boca, se le aumentaba y le añadían hechos fantasiosos.
Con el tiempo, se le empezó a decir a la ranchería Sal si Puedes, nombre que decidieron adoptar para recordar este episodio de valentía, pero también para enviar un mensaje subliminal a cualquier otro valentón. Actualmente está debidamente registrado en el ayuntamiento de Acapulco.
Cierto o no, pero es la versión más creíble por tener el respaldo de los viejos nativos de esta comunidad rural, a pesar que hay otras versiones, algunas de estas, hay que decirlo, rayan en lo inverosímil.