Abandonada, semidestruida, y con negocios cerrados, aunado al peligro que representa la zona por estancamiento de lluvia que generan moscos que provocan enfermedades, se encuentra la zona turística de la Condesa del puerto de Acapulco.
El lugar que en los años 80 al 2005 representaba el mayor atractivo turístico de Acapulco, donde se concentraban grandes corrientes de visitantes extranjeros sprinbreakers, hoy luce destruido.
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El Bungy, ese sitio desde donde turistas nacionales y extranjeros se lanzaban al vacío, ya no cuenta ni con la estructura que derribaron los fuertes vientos mayores a los 350 kilómetros por hora del huracán Otis, también está cerrado.
En la zona de la Condesa sobrevive el restaurante Barba Roja, donde llegaban artistas reconocidos como Juan Gabriel, que contra viento y marea ha sobrevivido a los embates de la naturaleza y pandemias, sigue danto atención a su clientela.
Aquí, en esta zona del puerto, algunos negocios se han ido y otros han regresado, y a pesar del cierre de algunos de estos negocios, otros han llegado pero no con el éxito que se tuvo en aquellos años.
Los visitantes siguen recorriendo este lugar a pesar de la mala imagen que muestra de un puerto devastado por el fenómeno natural y la violencia que se registra en la ciudad.
En la Condesa, negocios como el Bungy, Disco Beach, Ole Mami, Mojito, Beto Safari, el recién inaugurado Mangos y Paradise de la familia Escalona, cerraron sus puertas por diversas causas.
En el 2022 se había anunciado que el Bungy sería reinaugurado a través de una lona de gran tamaño, luego de que la estructura metálica de 50 metros de altura estuviera por años expuesta a la salinidad y corrosión, desde donde se hace el salto.
El anuncio de la apertura de esta estructura que fue inaugurada en 1999 por los empresarios Escalona en el restaurante "Paradise", ubicado sobre la Condesa del puerto de Acapulco, causó emoción para los amantes de las emociones extremas, además de augurar más fuentes de empleo, un atractivo más para el puerto así como generar economía para el sector hotelero.
Sin embargo, dicho anuncio fue arrebatado por Otis al derrumbar completamente la estructura metálica, la cual estaba en franco deterioro, hoy solo se ven cúmulos de basura en el área de la alberca vacía, la cual continúa dando una mala imagen y su abandono total.
