Aunque hace algunos años era impensable que en las fiestas navideñas se quebraran piñatas sin un relleno de dulces de colores llamados "colación", actualmente en Chilpancingo es difícil conseguir esos caramelos de colores con relleno de cacahuate o pequeños trozos de cáscara de cítricos, porque casi nadie los usa en las fiestas decembrinas y los han sustituido por otro tipo de golosinas.
Lea también: Teopancalaquis, añeja tradición chilpancingueña de la Navidad
En tiendas dedicadas a la venta los empleados como la Colmena de Chilpancingo, al preguntar por la colación, uno de los dependientes ni siquiera supo qué dulces son los que se conoce como colación, -son bolitas de colores que tienen dentro cacahuate y naranja, señaló el cliente, "los únicos así son las almendras con chocolate", respondió el dependiente, -son para rellenar la piñata, agregó el comprador, "para eso tenemos la bolsa piñatera que ya trae de muchos dulces surtidos", indicó el vendedor.
De acuerdo con una búsqueda en diversas páginas de internet, la tradición de la colación nació en la década de 1960 y los primeros en elaborarla fue la fábrica de dulces la Guirnalda, se relata que esta fábrica tenía problemas económicos y a sus propietarios se les ocurrió hacer un producto con una mezcla de salvado y la rebaba del dulce, el resultado fue un producto duro pero de buen sabor al que después le dieron formas diversas y mucho colorido al que llamaron "colación" y en poco tiempo se asoció con las fiestas navideñas.
En una pequeña dulcería en el centro de Chilpancingo la gente se amontona para comprar las bolsas de piñateras, además de chicharrones de harina fritos que se usarán como botana, al preguntar por la colación, el encargado sacó una pequeña bolsita de una vitrina y señaló, "sólo me queda un cuarto, 20 pesos trajimos, muy poco porque ya casi nadie la pide".
"Ándale Pancho sal del rincón, con la canasta de la colación", señala una de las canciones más populares que se corean en las posadas al momento de quebrar las piñatas y ella se refiere indiscutiblemente al hecho de que durante la fiesta al romperse la piñata brotarán los dulces duros de colores con relleno de cítricos o también se repartirán aguinaldos que contendrán estos dulces.
En algunas zonas del país incluso se tenía la tradición de repartir estos dulces justo al realizar la acostada del Niño Dios, pasaban la imagen para que los asistentes le dieran un beso y al dárselo recibían a cambio una dotación de los dulces, sin embargo, aunque en muchos lugares se mantiene estas tradiciones ya no se les da colación sino dulces de diversas marcas que se elaboran de manera industrializada.