El calor de la mañana cae a plomo y la carga es de plomo, sin embargo Demetrio, tiene que caminar largos tramos sobre la franja de playa, para ganarse unas monedas cantando.

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Originario del poblado de La Venta, este personaje, quien acaba de cumplir 52 años de edad, se gana la vida interpretando los éxitos del momento en los camiones urbanos y en ocasiones en la playa.

Al llegar a la rotonda de los hombres ilustres, hace un breve alto para descansar un poco, es cuando se le pregunta sobre algunos pasajes de su vida.

Orgulloso dice que tiene diez años de vivir del canto, pues antes su oficio era la albañilería, pero una lesión en la columna vertebral lo obligó a cambiar de giro de trabajo.

Fue entonces que decidió seguir los pasos de sus hermanos, porque todos son músicos y ahora canta a bordo de los camiones urbanos.

Tan bien le ha ido, que tiene ya diez años de cantante de manera ininterrumpida, que le ha permitido sacar recursos para mantener a su familia.

Demetrio se sinceró y dijo que los fines de semana se mete a la playa a rentar bocinas y vende también discos compactos, aunque su principal fuente de ingresos es la cantada

Han pasado tres minutos y Demetrio, corta la charla para seguir buscando clientes en la playa, con el optimismo de que saque un dinero extra, así que vuelve a la arena en busca de potenciales clientes.