El puerto de Acapulco fue formándose con caseríos construidos con techos de paja y teja, entre 1910 y 1912, entre los cuales destaca al que hoy se conoce como el Barrio de Petaquillas, que colinda con el Fuerte de San Diego y con la calle Cinco de Mayo, el cual está ubicado dentro de la ruta turística que comprende el corazón de esta gran metrópoli.

Según el historiador Alejandro Sánchez Carbajal, el nombre de Barrio de Petaquillas, se debe a que en esa zona había una laguna a la que le llamaban “Laguna de Petaquillas”, en cuya orilla crecía una planta llamada petaca o petaquilla la que produce una vaina que al secarse se abre y adentro hay una especie de pedacitos de tela, de ahí el nombre de petaca o petaquilla.

De acuerdo a fotografías de la época, desde el barrio del Hospital, se podía observar las primeras casas de ese asentamiento humano, habitado por pescadores, que desembarcaban en lo que se conoce como playa Hamacas, cuyo número de habitantes fue en aumento al paso de los años y el auge vino después de construirse la costera Miguel Alemán.

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Al extenderse la mancha urbana, pasó a ser parte del Acapulco Tradicional, que fueron los núcleos poblacionales que moldearon el primer cuadro de la ciudad, sin pasar por alto su legado dentro de la historia del puerto de Acapulco, pues fue escenografía de la batalla de independencia hasta de la lucha naval que se libró desde el Fuerte de San Diego.

En la actualidad, se estima que en el Barrio Petaquillas existen el promedio 395 casas, es uno de los más antiguos, está ubicado en el punto conocido como las Siete Esquinas, pero su relevancia es por su cercanía del monumento histórico más importante de la ciudad, aunado a este recinto donde se ofrece la cultura de los primeros pobladores acapulqueños y la conquista de los Mares del Sur.

Su transformación casi no ha cambiado, aún están de pie viajas casas construidas de adobe y teja, que contrasta con los nuevos edificios y casas de hasta tres plantas. Petaquillas también cuenta con la terminal marítima, donde atracan grandes cruceros con turistas internacionales que recorren toda a esa zona del viejo puerto.

Con sus angostos callejones, pasillos que comunican de un lado a otro, y las viviendas que han soportado desde sismos y fenómenos hidrometeorológicos desde hace más de cinco décadas, es parte fundamental de las tradiciones e historia que han mantenido a Acapulco como uno de los destinos de playa más importantes del país y del mundo.

Hoy el Barrio de Petaquillas, forma parte de los 30 Barrios Históricos, todos ubicados en el Centro de la ciudad, sin embargo, sólo cinco de estos han sido los más conocidos y famosos de la historia añeja de este destino de playa y de la famosa pista área del Acapulco Tradicional, que abarcaba desde ese punto hasta la glorieta de la Diana.