Con habilidad, destreza y mucho cuidado, don Miguel restaura y viste al Niño Dios, para el festejo del Día de la Candelaria, este 2 de febrero.
Con 22 años de experiencia en hacer restauraciones de la figura del Niño Jesús, en su local que se encuentra ubicado en la calle 2 de Agosto, a la altura del mercado María de la O, atiende a sus clientes que son devotos a este tradicional festejo.
Como es una tradición, el día de la Candelaria se festeja cada 2 de febrero; se celebra la purificación de la Virgen, se viste al niño Dios y se lleva a la iglesia para ser bendecido. Por cierto, en esta fecha también a los que les salió el niño en la partida de rosca, invitan los tamales.
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Don Miguel, en contraparte, es una fecha que le permite mejorar su economía, porque se encarga de restaurar las figuras del Niño Dios, que por el paso del tiempo sufren algún desperfecto o desprendimiento de alguna de sus partes, pero también confecciona los trajecitos.
Explicó que, hace el diseño de acuerdo al gusto del cliente y visten la imagen con diversos modelos. En su taller hacen los trazos y tienen un mostrador de telas con diversos colores para que escojan el de su preferencia.
Esto es acorde a la figura, pues tienen del Niño Dios, obviamente, el Niño de la Abundancia, El Sagrado Corazón, el Niño de la Fe y el Trabajo, de la Misericordia, el del Cofre, San Miguel Arcángel y San Judas Tadeo, entre otros.
Refiere que cada año, el trabajo no le falta, pues se trata de una actividad que son pocos los que hacen restauraciones y trajecitos, por eso tienen una clientela que los buscan para que les hagan este tipo de pedidos.
En esta temporada le ha ido bien y confía que haya un repunte, toda vez que esta tradición sigue vigente a pesar del tiempo, pues año con año se suman más devotos.
Cabe recordar, según la historia, el día de la Candelaria se festeja exactamente 40 días después de Navidad -es decir, el 2 de febrero- y es debido a que, en ese día, la Virgen se purificó después del nacimiento del niño Dios y llevó candelas a la Iglesia para que estas fueran bendecidas, tradición qué se sigue haciéndose hasta la actualidad y de ahí que se inculcó está ocupación don Miguel.