A tan sólo una hora y media de Chilpancingo se encuentran las enigmáticas y majestuosas grutas de Juxtlahuaca, formaciones naturales milenarias.
Estas grutas se encuentran a unos 52 kilómetros de Chilpancingo, en el municipio de Quechultenango, en la zona de balnearios, un sitio ampliamente conocido en la región.
Este lugar alberga pinturas rupestres, las cuales son atribuidas a la cultura Olmeca, como sucede con otras cavernas encontradas en el municipio de Apango.
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De acuerdo con el portal del gobierno del estado, solo tres expediciones han podido llegar hasta el final de estas grutas, cuya longitud es de 5 kilómetros.
La zona se encuentra abierta al público y los interesados pueden acudir desde Chilpancingo, y atravesar el circuito azul, primero hacia Mochitlán y luego a Quechultenango.
En el lugar se venden souvenirs como minerales, y hay guías capacitados para realizar los recorridos, aunque la recomendación es acudir en grupos de 20 personas.
Entra en las pinturas rupestres que se pueden observar se encuentra una serpiente con plumas, así como un área a la que se bautizó como el salón de los apaches, donde hay pinturas de hasta 4000 años de antigüedad.
La caverna es el hogar de cientos de murciégalos, quienes hacen su aparición en el momento en el que menos lo esperan los visitantes.
Además del recorrido, hay personas que aprovechan la visita para tomar una ducha en algunas de las pozas de agua cristalina que se encuentran en el lugar.