“Sólo cuando viene septiembre se acuerdan que son mexicanos”, sostiene la señora Mari que tiene su puesto de souvenirs junto a un banco del centro de Chilpancingo, quien inició hace 6 días la venta de productos alusivos a las fiestas patrias.
Ella, como otros varios comerciantes representan un elemento de toda la escenografía del zócalo de Chilpancingo, que junto con una gran bandera tricolor que brilla en lo alto de la plaza central, se prepara para la celebración del Grito de Independencia.
Estos vendedores adornan el zócalo, ante una reducida presencia de arreglos alusivos a estas fechas en la vía pública.
Desde los 12 años que lleva dedicándose al comercio, y ahora con más de 50, es una testigo de que las tradiciones y festejos para celebrar la Independencia de México, se están perdiendo por el desarraigo y sentido de pertenencia de la cultura del país.
Los vendedores coinciden que las ventas están cada día más bajas, “muertas” como dicen en lenguaje coloquial y no saben dar razón del por qué.
Sólo coinciden que a diferencia de otros años, las personas ya no están interesadas en adornar sus casas con la bandera nacional, ni con otros de los clásicos arreglos como sombreros, y colgantes, esto porque simplemente cosas como el festejar el ser mexicano se está olvidando o ya va pasando de moda.
Mari menciona que otra de las causas de las bajas ventas, también puede ser en partes a que estas fechas coinciden con el regreso a clases de los estudiantes, y sus padres están más preocupados en surtir la lista de útiles escolares, la compra de uniformes y calzado que en hacer gastos que no son necesarios.
Desde el 28 de agosto, cuenta con 21 días para vender sus artículos de temporada. El resto del año atiende un local en el Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, y es a través del comercio el que ha permitido sostenerse, sostener a sus familia y pagar las cuentas familIares.
Entre los artículos que pone en venta en su pequeño puesto, se encuentran desde aretes hasta bigotes y trenzas falsas, así como moños, trompetas de plástico, trajes y rebozo, con costos que van desde los 10 a los 150 pesos.
Una vez concluido septiembre, tiene que pensar en la fecha que sigue, y con esto apunta al Día de Muertos y a Navidad.