Con gran dolor y tristeza madre, hermanos, abuelos, primos y tíos este día se dieron cita en el panteón de Las Cruces para visitar a la joven Mariana Lizeth Arredondo Valladares, de 16 años quien recientemente perdió la batalla en la lucha contra el cáncer en la sangre.
Con lágrimas en los ojos y con reproche a la vida y a Dios, sus familiares llevaron variedad de flores a su tumba como símbolo de su amor por ella, además de poner en un celular las canciones del grupo BTS, las favoritas de quién en vida fue una destacada estudiante de preparatoria.
Mariana perdió la vida el pasado 15 de abril de 2021 a causa de la Leucemia, enfermedad que llegó a su vida de manera rápida, inesperada y sin tiempo de poder llevar un tratamiento médico.
Con un nudo en la garganta su madre mencionó “apenas y se le pudieron dar siete quimioterapias en un mes”, las cuales fueron insuficientes para poder sobrevivir debido a que la enfermedad estaba muy avanzada y no se le detectó a tiempo por falta de síntomas.
En menos de un mes la Leucemia cobró la vida de una joven, que fue destacada en sus estudios al ser parte de la escolta en la secundaria, abanderada en la primaria y jefa de grupo en su última formación estudiantil en el CBTiS 116.
Durante su corta vida Mariana Lizeth se caracterizó por escribir cartas y reflexiones para toda la familia, así como tener un carácter tranquilo y con una capacidad de dar las palabras adecuadas a quien enfrentase una situación complicada, recordó Estefani Valladares, hermana mayor.
“Conforme crecía, sus palabras eran más sabias, más inteligentes, su madurez a su corta edad era muy sorprendente, ella tenía esa habilidad de expresarse”.
Ella era la hija pequeña de tres hermanos, Kevin Yair de 23 años y Estefani Yanet, de 24 quienes hoy no encuentran consuelo por el fallecimiento inesperado de su hermanita.
Sin embargo, en medio de tanta consternación vive en sus corazones la alegria, el carisma de la estudiante quien gustaba con mucho talento el bailar, pese ha haber sido tímida así como el no gustarle ayudar a las labores de casa.
Este Día de Muertos, como símbolo del verdadero amor así como tradición mexicana, la familia Arredondo Valladares colocaron en su hogar un altar en su memoria en donde con variedad de fotografías, figuras de angelitos, veladoras, frutas, comida, galletas y sabritas favoritas.
La enfermedad le arrebató a la joven Mariana la ilusión de ser arquitecto en su vida adulta, ya que ella decía que quería serlo por la habilidad que tenía de dibujar y no sólo a mano sino en la computadora también.
Así como para todas las familias mexicanas, para la familia Arredondo Valladares fue muy triste hacerle un altar para la pequeña de la casa; “regularmente piensas en un altar para tus papás o abuelos, no para tu hermana las más pequeña", concluyó Estefani.