Desde hace 31 años, para la señora Ceci no hay festejo del Día de las Madres, para esta mujer de más de 60 años de edad, el diez de mayo es una fecha como cualquier otra en el calendario, es levantarse a las seis de la mañana y arreglarse para dirigirse a su trabajo como cuidadora del viejo panteón San Francisco.
Según doña Ceci, su trabajo que inicia a las 07:00 de la mañana y concluye a las 07:00 de la tarde, es su refugio su pasatiempo y su principal fuente de ingreso económicos, el panteón San Francisco, es como su segunda casa donde no sólo pasa el 10 de Mayo cada año, sino todas aquellas fechas del calendario donde se celebra algún festejo.
Mientras miles de mujeres celebrar con comidas en casas o en algún restaurant, con paseos y regalos junto a sus hijos y demás familia, para está madre el 10 de Mayo es como cualquier otro día, debe de agarrar su escoba, o su araña para barrer todo el camposanto, limpiar tumbas, tirar basura y hasta pintar una barda en caso de ser necesario.
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“En el panteón, hay muchas historias, como las de las 450 víctimas que murieron quemadas en el interior del teatro de Las Flores, así como el de la muerte de un total de 27 mujeres madres de familia que perecieron en un accidente automovilístico cuando se dirigían a un festejo del diez de mayo en un camión de los llamados chilolos al municipio de Coyuca, y que posteriormente fueron enterradas en una fosa común a la entrada del camposanto San Francisco donde se edificó un monumento en el año 1960 en memoria de estas 27 mujeres”, expresó.
Así como está historia, doña Ceci tiene una más que para ella representa la de mayor dolor cada Día de las Madres, según cuenta en este día por la cuestión de su trabajo, no puede acudir a visitar en el panteón de Las Cruces la tumba donde se encuentran los restos de la mujer que le dio la vida su madre, esto le causa dolor, pero busca la forma de acudir días después al tradicional día.
Tiene 31 años laborando, y no se queja porque es su trabajo debe de hacerlo, y tiene que estar ahí en el panteón San Francisco, aun cuando el 10 de mayo también tendría el derecho de celebrar por lo menos en el festejo que se realiza por parte del gobierno para las trabajadoras del ayuntamiento, mismo al que tampoco acude para no dejar sólo el lugar donde labora y por el cual cobra dos mil pesos quincenales.
Dijo que el panteón San Francisco es emblemático y tiene que estar en el panteón en ocasiones hasta recibiendo a quienes llegan un 10 de Mayo con arreglos de flores y comidas para celebrar en alguna de las viejas tumbas que está en este camposanto ya clausurado prácticamente por el tiempo que tiene.
Con un rosto en algún momento cansado, sudoroso por los fuertes rayos del sol, doña Ceci asegura que aún tiene la fuerza y las ganas de seguir cuidando el panteón San Francisco, aun cuando no exista un festejo normal del Día de las Madres.