El Chula Vista, es quizás el hotel más conocido en Chilpancingo, y que ha sido inmortalizado en chistes como un espacio del amor entre parejas y por sus pequeños jabones Rosa Venus.
El hotel lleva 50 años funcionando, y sigue siendo administrado en la actualidad por los hermanos Castañón Paredes, hijos del fundador Félix Castañón.
Según Roberto Castañón, quien es propietario del lugar, el hotel de 22 habitaciones cuenta con mucha fama en todo el estado, debido a los costos económicos para hospedarse.
Roberto se adelanta a decir que para las parejas, el costo es de 140 pesos por un cuarto con baño dentro y que si ellos deciden pasar la noche, solo se les cobra otras 20 pesos más.
El inmueble cuenta con 22 habitaciones, divididas en tres plantas. Hay una recamarista y una persona encargada del lavado, así como los cuatro hermanos que atienden la recepción durante la semana.
El Chula Vista, tuvo su nombre en una ciudad del Condado de San Diego, del estado de California en Estados Unidos. Es uno de los pioneros en el ramo en la ciudad, a la par que otros inmuebles como el Meléndez, Muñíz, Chilpancingo y Plaza.
Su origen estuvo primero orientado a la renta de cuartos para maestros, quienes acudían a la ciudad a tomar cursos de capacitación y después el negocio evolucionó a lo que se conoce hoy en día.
A lo largo de su historia, en el hotel de han registrado asesinatos, el más reciente el de un travestí hace cinco años, narra Castañón, quien señala que el hotel no es responsable de eso ni de la forma de pensar de las personas.
Aunque por otra parte, señala que los clientes le llegan a manifestar que no les rente la habitación 9, donde presuntamente fue hallado muerto el huésped, aunque el señala que no se preocupen, que tendrán otro cuarto, sin aclarar dónde ocurrieron los hechos.
Entre los comentarios de quienes se han hospedado, es que se tratan de habitaciones de baja calidad, y es recurrente que se hable de plaga de chinches.
La ciudadanía lo conoce como un lugar exclusivo para las parejas, quienes se refugian en sus cuartos para tener relaciones sexuales o pasar un dirty weekend.
Los chistes rondan en qué las personas suelen salir de ahí bañados, con olor a Rosa Venus, después de saciar algunas de sus necesidades fisiológicas más íntimas.
El lugar se encuentra a dos cuadras de la Alameda Francisco Granados Maldonado sobre la calle 5 de mayo y las calles Belisario Domínguez y Canuto A. Neri.