Solo fue necesario un flechazo de Cupido y dos años de relación para que decidieran unir sus vidas para siempre Saúl y Kimberly (Jesús).
Ellos se contrajeron nupcias el pasado 28 de junio en las bodas igualitarias realizadas por el gobierno municipal, decisión basada en el entendimiento que encontraron como pareja.
Saúl Gallardo es un hombre heterosexual quien ya había tenido varias novias, no obstante, conoció a Kimberly y desde el primer día le encantó y poco a poco se enamoró de ella, “nunca había vivido esta experiencia, desde el primer día ella me flechó”, narró el novio.
Ambos se conocieron en una noche de antro en la discoteca Buga, salieron en su primera cita después de que él invitara a ella a salir a través de un amigo que fungió de cupido o chaperón.
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Kimberly es nombre postizo de Jesús, tiene 21 años de edad y lleva más de 9 años inyectándose hormonas para un cambio de sexo, ya que desea llegar a transformarse “completamente como mujer”, desde el nombre legalmente hasta su cuerpo a través de cirugías estéticas.
Ella trabaja en diferentes restaurantes de la avenida Costera Miguel Alemán, imitando a diferentes artistas como María José y Maricela, mientras que Saúl de 24 años trabaja de cocinero en un restaurant de la zona turística de Acapulco.
“Nos entendimos muy bien y pensamos que iba funcionar bien, nos respetamos uno al otro y por eso decidimos casarnos de manera legal porque ya vivimos juntos desde hace un año”, expresó el joven.
Ese día, después de unir sus vidas legalmente tuvieron su fiesta de bodas acompañados por sus familiares y amigos en un salón ubicado cerca del Infonavit Coloso.
La pareja ha sido apoyada por las familias de cada uno, en un principio las amistades de Saúl, le cuestionaban dicha decisión e intentaban ponerlo en duda, sin embargo, su amor por Kimberly fue más que hoy en día son legalmente esposos, además de ya convivir sin ningún prejuicio por parte de ellos.
La joven pareja hizo un llamado a toda la sociedad “que se olviden de la homofobia, todos tenemos derecho a enamorarnos, a los padres deben apoyar a los hijos y no juzgarlos, ya que así se nace”.
Lamentaron que algunas personas en las calles les griten y los insulten, no obstante, no es de gran importancia ya que para ellos es más valioso ser felices y amarse.