Los científicos rusos están tratando de comprender la escala de una amenaza potencial para el medio ambiente en Siberia: nieve contaminada con microplásticos que luego se derrite y se filtra en el suelo.
Los científicos de la Universidad Estatal de Tomsk (TSU) dicen que han recolectado muestras de nieve de 20 regiones diferentes de Siberia, desde las montañas de Altái hasta el Ártico, y que sus hallazgos preliminares confirman que las fibras plásticas transportadas por el aire están apareciendo en la nieve en partes remotas de la naturaleza.
"Está claro que no sólo los ríos y mares están involucrados en la circulación de microplásticos en todo el mundo, sino también el suelo, los seres vivos e incluso la atmósfera", dijo Yulia Frank, directora científica del centro de microplásticos en Siberia de la TSU.
Los microplásticos, que se crean cuando pedazos más grandes de basura plástica se rompen con el tiempo, se encuentran cada vez más en el aire, los alimentos, el agua potable e incluso el hielo ártico.
Los científicos están cada vez más preocupados de que puedan representar un riesgo para la salud humana y la vida marina, aunque aún no hay consenso sobre el asunto.
Los científicos de Tomsk ya habían encontrado microplásticos en el sistema digestivo de peces capturados en ríos de Siberia, lo que confirma que están contribuyendo a contaminar el Océano Ártico con plástico.
"Siberia está absolutamente poco investigada en este aspecto y nuestro interés (de Rusia) en este problema llega tarde en comparación con el resto del mundo", dijo Frank.
Los científicos están estudiando ahora las muestras de nieve para comprender hasta qué punto la densidad de población, la proximidad de carreteras y otras actividades humanas contribuyen a la contaminación.