Gran parte de los acapulqueños, entre adultos y niños, que vivieron el huracán Otis de categoría 5 padecen de “la ecoansiedad”, reveló la psicóloga Jenmi García.
Explicó que este es un temor crónico a nuevamente vivir un cataclismo ambiental y es común que se presente después de haber vivido la experiencia directa de fenómenos metereológicos extremos y cambios medioambientales como inundaciones, terremotos, huracanes, incendios, sequías, entre otros.
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La experta en la salud mental explicó que dicho término “ecoansiedad” se ha hecho ya un hueco importante en la agenda de psicólogos de Acapulco y de todo el mundo y desde luego, en el día a día de algunas personas.
Normalmente cuando las personas atraviesan por un fenómeno natural existen secuelas con las que deben lidiar durante y después del episodio
Jenmi García detalló que los síntomas de ese temor son: tristeza profunda, nerviosismo constante, insomnio o alteraciones del sueño, ansiedad desmedida ante pensamientos pesimistas sobre el cambio climático, dolor e ira; son reacciones normales ante una situación anormal.
Abundó que es de suma importancia aprender a reconocer los sentimientos que surgen durante el desastre natural y los sentimientos que surgen también ante la aparición de un nuevo fenómeno o desastre natural ya que esto ayudará a las personas a recuperarse.
“Deben concentrarse en sus fortalezas y capacidades también serán factores importantes que ayuden al ser humano a sanar emocionalmente”, sugirió.
La terapeuta consideró importante que los infantes puedan ser atendidos en las escuelas con apoyo psicológico en el cual se les enseñe a los niños que hay cosas naturales que suceden que no se pueden controlar, pero que sí podemos enfrentar porque tenemos la capacidad.
A principios de la temporada de lluvias algunos niños de nivel básico se encontraban las escuelas cuando ocurrieron las primeras precipitaciones pluviales acompañadas de vientos, hecho que les causó temor pues habían transcurrido a penas 7 meses de lo vivido por Otis.
“Mamá ven por mi, tengo mucho miedo dicen mis amigos que habrá otro huracán”, fue uno de loa mensajes que envío el pequeño Jake a su madre.
Situaciones como está no han dejado de presentarse, pues lo vivido por las ráfagas de casi 300 kilómetros por hora con las que golpeó el huracán al puerto fueron impactantes.
La experta en la salud mental Jenmi García aseguró que la salud mental es importante en la salud física, el desempeño escolar, el comportamiento y la calidad de vida a largo plazo. Por ello, sugirió mantener a los niños física y mentalmente seguros durante y después de un desastre.
La psicóloga recomendó a los padres y cuidadores tomar medidas que alienten a los niños a sentirse seguros aún cuando no haya nada seguro en su entorno, ya que se conoce que se tiene la capacidad de salir adelante, pero no se cuenta con los recursos para hacerlo.