A pesar de la amenaza de lluvia, don Juan Bautista, instaló su puesto informal sobre calle Diego Hurtado de Mendoza y ofrece ropa usada para ganarse unos pesos.
Son las 9:00 de la mañana de este domingo y empieza a colocar unas cajas de madera, enseguida las cubre con un cartón y encima extiende una manta, donde coloca la ropa que va a vender.
En pocos minutos tapiza su pequeño local con pantalones de mezclilla azul marino y azul cielo, así como algunas camisas, que ofrece a las personas que por ahí caminan con dirección al Mercado Central o que van al primer cuadro de la ciudad.
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Don Juan Bautista, es un hombre tímido, pero acepta a dialogar sobre su oficio ocupacional, de entrada refiere que tiene 7 meses dedicado al negocio de venta de ropa.
Pero no crea que solo me dedico a esto, le hago a todo, desde pintor de brocha gorda, jardinero, ayudante de albañil, también soy chofer de camiones de carga, soy un mil usos, dijo.
Juan Bautista explicó que emprendió la aventura de convertirse en vendedor de ropa usada, porque en estos momentos es muy difícil encontrar trabajo en el puerto de Acapulco.
Pero aseguró que de este oficio sale para mantener a su familia, por eso trabaja todos los días en su puesto, en donde lleva ya siete meses y ahora confía en que pronto le mejore su suerte.