A sus 73 años de edad, don Damián está orgulloso de cumplir 50 años vendiendo cachitos de Lotería en el puerto de Acapulco.
En breve charla en una calle del primer cuadro de la ciudad, cuenta que de este noble oficio de billetero sacó adelante a su familia y sigue ganándose el sustento.
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Sin perder la concentración al contar los cachitos de la Lotería Nacional, que va a vender en las calles de la colonia Progreso y sobre la franja de la costera Miguel Alemán, refiere que ya muy pocos le compran.
Ya no es como antes, actualmente ya nadie cree en la suerte y no compran los billetes de lotería, son poquitos los que prueban fortuna, dice don Damián.
Recuerda que cuando comenzó a recorrer las calles, tenía sus clientes y ganaba muy bien; "hubo quienes sacaron boletos premiados y me daban mil a dos mil pesos, según era el monto del premio".
"Pero ahora ya nadie compra", dice un tanto nostálgico; "ya no quieren saber de la lotería, pero a pesar de esto sigo con los recorridos para ganar para el sustento familiar".
Don Damián refiere que seguirá ejerciendo su oficio de billetero hasta que Dios lo llame a cuentas, pero mientras tenga fuerzas buscará alegrar el día a algún afortunado y de paso ganarse un extra.