/ viernes 1 de septiembre de 2023

Don Damián lleva 50 años dando suerte con sus cachitos de Lotería

De esa noble actividad, saca diariamente el sustento para su familia ofreciendo billetes de lotería en la colonia Progreso

A sus 73 años de edad, don Damián está orgulloso de cumplir 50 años vendiendo cachitos de Lotería en el puerto de Acapulco.

En breve charla en una calle del primer cuadro de la ciudad, cuenta que de este noble oficio de billetero sacó adelante a su familia y sigue ganándose el sustento.

Lea también: Medio siglo vendiendo esperanza con sus "cachitos" de lotería

Sin perder la concentración al contar los cachitos de la Lotería Nacional, que va a vender en las calles de la colonia Progreso y sobre la franja de la costera Miguel Alemán, refiere que ya muy pocos le compran.

Ya no es como antes, actualmente ya nadie cree en la suerte y no compran los billetes de lotería, son poquitos los que prueban fortuna, dice don Damián.

Recuerda que cuando comenzó a recorrer las calles, tenía sus clientes y ganaba muy bien; "hubo quienes sacaron boletos premiados y me daban mil a dos mil pesos, según era el monto del premio".

"Pero ahora ya nadie compra", dice un tanto nostálgico; "ya no quieren saber de la lotería, pero a pesar de esto sigo con los recorridos para ganar para el sustento familiar".

Don Damián refiere que seguirá ejerciendo su oficio de billetero hasta que Dios lo llame a cuentas, pero mientras tenga fuerzas buscará alegrar el día a algún afortunado y de paso ganarse un extra.

Don Damián refiere que seguirá ejerciendo su oficio de billetero, hasta que Dios lo llame a cuentas. /Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco.

A sus 73 años de edad, don Damián está orgulloso de cumplir 50 años vendiendo cachitos de Lotería en el puerto de Acapulco.

En breve charla en una calle del primer cuadro de la ciudad, cuenta que de este noble oficio de billetero sacó adelante a su familia y sigue ganándose el sustento.

Lea también: Medio siglo vendiendo esperanza con sus "cachitos" de lotería

Sin perder la concentración al contar los cachitos de la Lotería Nacional, que va a vender en las calles de la colonia Progreso y sobre la franja de la costera Miguel Alemán, refiere que ya muy pocos le compran.

Ya no es como antes, actualmente ya nadie cree en la suerte y no compran los billetes de lotería, son poquitos los que prueban fortuna, dice don Damián.

Recuerda que cuando comenzó a recorrer las calles, tenía sus clientes y ganaba muy bien; "hubo quienes sacaron boletos premiados y me daban mil a dos mil pesos, según era el monto del premio".

"Pero ahora ya nadie compra", dice un tanto nostálgico; "ya no quieren saber de la lotería, pero a pesar de esto sigo con los recorridos para ganar para el sustento familiar".

Don Damián refiere que seguirá ejerciendo su oficio de billetero hasta que Dios lo llame a cuentas, pero mientras tenga fuerzas buscará alegrar el día a algún afortunado y de paso ganarse un extra.

Don Damián refiere que seguirá ejerciendo su oficio de billetero, hasta que Dios lo llame a cuentas. /Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco.

Estado

Despiden al ex secretario del Ayuntamiento de Chilpancingo

Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez fue asesinado el viernes, cuando caminaba por la acera de la avenida Juan Ruiz de Alarcón, en Chilpancingo

Local

Cierran Viaducto Diamante tras intensas lluvias en Acapulco

Está afectación en la vía federal detuvo la circulación de los automovilistas que salían del puerto de Acapulco

Estado

Inegi revela bajos resultados de la FGE

De 26 mil 377 carpetas de investigación del 2023 solo han sido concluidas 734

Local

PC municipal advierte que continuarán inundaciones en zona Diamante

Efrén Valdez Ramírez, titular de la dependencia recuerda que el área es zona de humedales

Doble Vía

Llevan talleres de ciencia a niños que viven en refugios temporales

Especialistas imparten estos cursos como una manera de ayudarlos a sobrellevar el desastre provocado por el huracán John

Doble Vía

Andrés desapareció hace 6 años, por su pasión de conducir un taxi

Aprendió a manejar desde los 12 años en un camión urbano y después condujo un taxi, en el que se lo llevaron