Con la picardía que le caracteriza al costeño, Ángel García ofrece a turistas y porteños sus ostiones frescos sacados del mar con su padre.
Diariamente se coloca en las piedras que se ubican en la playa Papagayo en donde con una cubeta con agua potable y un cuchillo limpia y abre el marisco de concha para después servirlo en un plato desechable y acompañarlo con sal, limón y salsas ya sea Búfalo, Valentina o ambas.
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Desde hace 5 años se ha dedicado al buceo para obtener los ostiones de dónde ha tenido considerables ganancias para mantenerse, una docena la ofrece en 200 pesos y y diariamente vende entre 10 y 15.
“Para que le ponga una buena a la patrona, me quedó bien dormido contestó el turista de la Ciudad de México, hoy no duerme le contesto Angel, trámenos los ostiones conocidos como viagra asesina, la atrapa changos, donde duermen dos amanecen tres y gemelos seguro, la patrona sale con un paliacate de 9 meses”, son las frases pícaras que el prestador de servicios turísticos les dice.
Él con su padre también se ubican en el Asta bandera, y aprovechan los días cuando no hay la presencia del fenómeno Mar de Fondo, porque de lo contrario se le dificulta sacar el ostión del mar.
“Dependiendo cómo esté el mar porque ya en diciembre se pone medio bravo, así que no chambeamos,estuviera tranquilo pues si, pero se pone feo”.
Ángel diariamente viste una playera color blanca tipo polo, con su nombre grabado y con la leyenda “vendedor de Ostión”, ya que para él es una manera de darle presentación a su trabajo.