El puesto de antojitos mexicanos de Doña Sarita García Peralta (76 años), ubicado en el corazón del barrio de San Francisco, se ha convertido en un sitio icónico para los chilpancingueños, debido a las populares enchiladas de salsa de chile guajillo acompañadas de un consomé con el toque de la casa.
Alcaldes, ex gobernadores como René Juárez Cisneros junto con otros altos funcionarios estatales y políticos han degustado sus famosas enchiladas.
Se trata de tortillas remojadas en salsa roja, que son freídas en aceite y después enrolladas con pollo al interior, que se sirve con un consomé verde, según sea el gusto del comensal, y es quizás este último ingrediente el que las ha vuelto tan popular , unas enchiladas ahogadas.
Doña Sarita es una de las pioneras en la venta de antojitos mexicanos en el barrio, y durante esos más de 30 años de trabajo, ha pagado los estudios de sus cuatro hijos y ha hecho “arreglitos a su casita”, ya que desde esos años es madre soltera.
Cuando se separó de su pareja comenzó a trabajar como empleada doméstica, donde vio que las ganancias no eran suficientes para mantener a cuatro hijos con ella incluida.
Fue un hermano el que le preguntará que se dedicará al comercio en el mercado, pero eso la llevó a convertirse en las primeras personas en vender antojitos mexicanos en el centro de la ciudad, iniciando primero con los populares tacos de pollo. Después su suegra le enseñó a preparar las enchiladas, con una receta que había aprendido como cocinera en Acapulco, lo que la llevó a ser una de las pioneras en el Barrio de San Francisco.
Todos los días, al menos de domingo a viernes, la jornada de trabajo comienza alrededor de las 9 de la mañana, con la preparación de todo lo que se ocupará para la venta, y de ahí la jornada concluye pasadas las 12:00 horas del otro dia.
Al iniciar el día Doña Sarita se encomienda a Dios ya la Virgen de Guadalupe como una buena religiosa.
Durante la pandemia de Covid-19, los ingresos del negocio descendieron pero no cayeron debido a que se impulsó una página de Facebook, y comenzó la venta de pedidos de comida a domicilio. El negocio ya en recuperación, da empleo a seis personas.
“Me imaginó que sí, yo qué le diría que sí son las mejores”, dice Sarita García, quien se apoya de un bastón.