El bullicio, la buena vida y los espectáculos que se vivieron en los grandes burdeles de la llamada Zona Roja de Acapulco, quedaron en la historia y olvido debido al cierre de este lugar donde desfilaron todo tipo de hombres con dinero en los bolsillos o sin la plata que se requería para disfrutar de las mujeres que se paseaban negocio tras negocios con pequeñas prendas de vestir.
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La Zona Roja, vivió sus mejores momentos en los años 60, 70 y aún en los 80s. cuando los burdeles funcionaban con espectáculos que eran protagonizados por mujeres que provenían de todas partes del estado de Guerrero, y una que otra con experiencia que venía de otras ciudades del país.
Seguramente, muchos aún se acordarán de esos bares donde también se vendía el placer, como El Negro 14, El Tívoli, El Arcelia, El Zárate, La Roca La Bola y hasta el Exóticas, que funcionó en esa parte de Acapulco a mediados del 2000.
Luego de esa época de noches de cabaret, hoy la Zona Roja, se encuentra convertida en un lugar olvidado, inseguro y con ruinas de lo que fueron los bares más llamativos de Acapulco en décadas pasadas.
Hoy los negocios están convertidos en tiraderos de basura, escombro y en sitios de miedo, debido a la violencia que también se tiene en la zona roja de Acapulco. Actualmente solo funcionan dos negocios de venta de bebidas alcohólicas, mientras que el resto de éstos pasaron a la historia.
La Zona Roja era como un refugio también para trabajadores de autobuses, de conductores de camiones de carga que luego de una pesada jornada de trabaja, se refugiaban en el bullicio de los burdeles donde encontraban caricias, servicio y bebidas.
Al igual que estos, los bares de la Zona Roja también representaron un negocio para taxistas, quien mantenían esa ruta para aquellos hombres que les solicitaban el traslado a la diversión nocturna que se vivía en estos lugares.
La Zona Roja fue una de las áreas de diversión nocturna que bien o mal le dieron nombre a la aventura sexual en Acapulco.