El trabajo y el ocio ha aumentado en los últimos años el uso de los dispositivos electrónicos, lo que trae consigo una mayor exposición a la luz azul, la cual pone en riego la salud debido a que puede afectar diferentes partes del cuerpo.

Los expertos señalan que ante estudios de investigación realizados apuntan a efectos perjudiciales para la salud.

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Las afectaciones no solo son a nivel físico al deteriorar el estado de la piel destruyendo el colágeno mediante el estrés oxidativo, un químico en la piel llamado flavina la cual absorbe la luz azul, así como provocar fatiga ocular, sino que también puede afectar a nivel psicológico al causar trastornos en el sueño, dolores de cabeza y cansancio.

El optometrista Miguel Rendón Román enfatizó que los efectos salieron más a la luz a raíz de la pandemia, ocasionando daños en la lágrima, la catarata, retinal y macular.

Destacó que para disminuir el impacto de la luz azul en la vista, se recomienda reducir el brillo de la pantalla, utilizar filtros de luz azul, tomar descansos regulares, limitar la exposición a las pantallas antes de dormir y lubricar los ojos para aliviarlos.

Rendón Román informó que también existen lentes con recubrimiento de bloqueo de luz azul puede ayudar a mitigar los efectos negativos.

“Disminuir el uso de aparatos, hay ocasiones que los hijos siguen despiertos, y no pueden conciliar el sueño ya que la causa es debido a que la luz del teléfono engaña al cerebro de sueño”, explicó el optometrista.

La exposición a la luz azul de los aparatos electrónicos durante la noche puede interferir con los ritmos circadianos naturales del cuerpo y suprimir la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.

Agregó que otro consejo para contrarrestar la exposición a la luz azul es aplicar la regla 20-20-20, cada 20 minutos hacer una pausa de 20 segundos y mirar algo que esté a 20 pies, es decir más de 6 metros de distancia.