El cambio de horario de verano ocurre el primer domingo de abril en la mayor parte del país, según lo establecido en el decreto estacional de México.
Este año el cambio se dará el domingo 4 de abril a las 2:00 de la mañana y concluye el último domingo de octubre a la misma hora.
Por lo tanto tendrás que adelantar el reloj una hora, de preferencia el sábado 3 de abril antes de dormir.
Cambio de horario de verano 2021 en la frontera norte
En algunos municipios de estados como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas este cambio inicia antes, para así tener tener el mismo horario de ciudades vecinas de Estados Unidos, es decir, ellos cambiarán sus relojes el 14 de marzo a las 2:00 am.
¿Dónde no aplica el horario de verano?
En estados como Sonora y Quintana Roo esta modificación no sucede por cuestiones económicas y turísticas.
En el caso especial de Sonora, en el 2016 se firmó un acuerdo con el gobierno de Arizona para que ambos estados se impulsaran y uno de los puntos establecidos es que no se modificaría el horario.
Y en cuanto a Quintana Roo, la decisión se tomó para aprovechar la luz natural de caribe.
¿Cuándo inició el horario de Verano?
Benjamín Franklin siendo embajador de Estados Unidos en Francia, notó luego de despertar 6 veces seguidas a las seis de la mañana, el Sol resplandecía de diferente manera a las habituales, es decir, notó que la luz del sol había cambiado su hora de salida en relación a la temporada de invierno.
No fue hasta la primera Guerra Mundial cuando después de las ideas propuestas por el estadounidense, pues además de haber notado que la luz del Sol era más intensa desde más temprano, también se percató que esto le permitía ahorrar más combustible de su lámpara.
Así pues, hasta el año 1914 cuando Alemania optó por seguir las recomendaciones hechas por el inventor y científico americano para ahorrar carbón y reducir las horas de luz artificial; eventualmente más países comenzaron a seguir estas medidas.
En la historia moderna, no fue hasta 1974 cuando a nivel mundial se optó por hacer el cambio de horario para homologar el reloj en la mayor cantidad de países posibles, con la premisa de aprovechar mejor las horas de luz natural por las tardes para ahorrar el consumo de energía eléctrica.
Pese a ello, existen algunos detractores de esta teoría pues aseguran que el beneficio realmente no es mucho, pues con el paso del tiempo, las necesidades económicas mundiales obligan a que el consumo de energía sea más prolongado.
Además, las condiciones climatológicas varían de país en país y eso también incide en el consumo de energía. A la fecha no hay un estudio que con certeza pueda definir si realmente hay un ahorro sustancial de energía o no.