Con su organillo alemán, prueba suerte en Acapulco [VIDEO]

Tocando románticas melodías, este joven llamado Iván asegura que le va bien, pues ha que ha llegado a ganar hasta 500 pesos en un día

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · sábado 20 de mayo de 2023

Al girar la manivela suena la música. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

A pesar que se trata de un instrumento que se hizo popular durante el porfiriato, el joven capitalino Iván, prueba suerte en el puerto de Acapulco, tocando piezas románticas con su organillo de origen alemán, ganándose unas monedas con los turistas.

Vistiendo su uniforme de color café claro y su gorra, que es típico en la Ciudad de México, este aventurero carga su instrumento y se instala en los sitios más concurridos del puerto, como es la costera Miguel Alemán, el mercado central, la Zapata o bien frente a una tienda comercial.

Mientras que gira la manivela y entona una canción de navidad, explicó que su aparato es una caja portátil con una manivela que, al ser hueca, tiene unas puntillas de bronce que dan las notas de cada melodía; de este tipo quedan pocos, pero fueron traídos de Alemania durante el mandato del presidente Porfirio Díaz.

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En su caso, dijo, que este instrumento pertenecía a su abuelo, que lo tenía en su casa para escuchar música, pues a principios del siglo pasado era el único medio que existía para escuchar alguna melodía, aunque en su organillo solo toca cinco canciones y son con las que se gana unas monedas.

Iván, en ese sentido, dijo, que le ha ido bien, pues ha llegado a ganar en un día 500 pesos y de esa suma paga 200 pesos de renta, el resto que sale es ganancia: además no tiene competencia porque es el único organillo que hay en la ciudad.

El organillo es transportado sobre ruedas. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Por eso, trabaja sin problemas y el dinero que saca, lo comparte con su madre y sus dos hermanas. El instrumento no pesa, pero si es voluminoso y no se puede transportar como uno quisiera, es decir, de una calle a otro, es cuando hay que meterle el hombro, precisó.

En ese momento cambia a otra canción y toca “Amigo Organillero”, melodía que hizo éxito Javier Solís, con la que da por terminada la entrevista y paciente espera que los transeúntes le regalen una moneda.

Por cierto, cada melodía está grabada en 1,200 puntillas y un cilindro puede tocar ocho piezas, es decir, tiene aproximadamente 9 mil 600 puntillas, aunque en este caso solo tiene cinco canciones.