En busca de aventuras y al mismo tiempo conocer otros estados del territorio nacional, es la odisea que emprendió un joven matrimonio, utilizando como único medio de transporte su camioneta que a la vez les sirve de hotel, que comparten con su fiel amigo, su perro “Nathan”.
Se trata de la pareja integrada por el chileno Roberto y la mexicana Perla, dos jóvenes que tomaron la decisión de recorrer la República Mexicana, a bordo de su camioneta de la marca Volkswagen tipo Combi, a la cual le tuvieron que hacer algunas modificaciones que les permite llevar parte de su equipaje en el toldo, pero eso sí, con llantas reforzadas.
En un breve alto que hicieron para preparar la comida, sobre la costera Miguel Alemán, a la altura de la escuela primaria “Manuel Avila Camacho”, con su singular modo de hablar, Roberto, acepta una breve charla para compartir que es nativo de una población al norte de la República de Chile.
A pesar que estaba disfrutando un plato con arroz y frijol, afuera de su camioneta, sentado en una silla plegable, con el torso desnudo y con una gorra, sonriente acepta compartir su aventura que inició con su compañera de vida, quien, por cierto, estaba preparando un caldo de pollo con verduras.
Al momento de nombrar a su esposa, ésta interrumpió su guiso y se asomó para confirmar que tenía en la estufa, un caldo de pollo con verduras y arroz. Al unirse a la charla, dijo que llevan dos semanas en el puerto de Acapulco, su primer punto fue Puerto Marqués.
Roberto, interrumpe para comentar que ya conocieron Nuevo León, Tamaulipas, Saltillo, Coahuila, Durango, Mazatlán, Culiacán, Mexicali, Tepic, Nayarit, Colima, Guadalajara y llegaron a Michoacán, para de ahí viajar hacia el puerto de Acapulco.
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.¿Pero cómo cubren sus gastos?, se les preguntó y Roberto, señaló que son artesanos, trabajan la madera, hacen artesanías, cuadros de pinturas y llaveros, que venden en los semáforos, es así como sacan para comer y la gasolina,así como para cubrir los inconvenientes que se topan en el camino.
Confesó que a su esposa no la conoció en Chile, si no en Monterrey, hace cuatro años, cuando llegó al país, se enamoró y se casaron, acordaron primero recorrer toda la RepúblicaMexicana, después viajaran a Centroamérica, hasta llegar a Chile, para mostrarle a su pareja el lugar donde nació.
También dice que se promocionan a través de sus redes sociales como rumbo divino, en la que dan cuenta de todas las peripecias que han tenido que sortear en su viaje, así como de las travesuras de su perro, el cual apenas va a cumplir dos años de edad, pero que forma parte ya de su familia.
El joven matrimonio se da cuenta que el caldo de pollo desprende su inconfundible aroma, es entonces cuando dan por terminada la breve charla, para terminar de preparar la comida, bajo la atenta vigilancia de Perla, quien por cierto, dijo que es de San Nicolás, Estado de Nuevo León.
Reveló que decidió unir su vida a la de Roberto, un soñador que vive el momento y que acepta los desafíos que le da vida de buen ánimo.
