Cabezas con pelo largo o corto, incluso algunos con nula cabellera han sido las cabezas que don Fernando Reyes ha cubierto de los rayos del sol con la venta de sus sombreros coloridos para dama y caballero.
Originario de Taxco de Alarcón, llegó a este destino de playa a los 14 años en busca de una mejor vida acompañado por amigos.
Me vine desde chico con mis camaradas para tener un trabajo, un tiempo nos fuimos a Cuernavaca donde vendíamos bolsas de palma.
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De lunes a sábado acude a un punto del zócalo de Acapulco a ofrecer sus sombreros a cuánta persona pase por el centro de la ciudad.
Con 62 años de edad, bajo la sombra de uno de los árboles que no fue derribado por los fuertes vientos del huracán Otis, desde las 12 de día ofrece los sombreros en menos de 200 pesos, o dependiendo del regateo del cliente.
"Regularmente los vendo en 140 pesos, pero dependiendo quién sea, si es turista en 180, 150 pesos, según se dejen, porque hay algunos que me piden rebaja y pues se los doy barato para vender y sacar el día".
Don Fer vive en el barrio de Petaquillas, desde dónde camina para llegar al zócalo a vender los sombreros, de los cuales los de dama tienen pintado diferentes flores, así como moños colgando.
Para no cansarse al caminar usa unos cómodos tenis, y también se protege del sol con una camisa manga larga de tela fresca y una gorra.
"Mis ventas han aumentado un poco después de Otis, ya que hay pocos árboles y sombras, hace mucho sol y la gente se quiere cubrir del solazo que hace".
Se ha dedicado por más de 50 años al comercio de diferentes artículos como bolsas, sombreros, abanicos, sombrillas, entre otros.