Una lavadora vieja, un pedazo de cespol de baño, platos, restos de una lámpara de campismo, una campana y cualquier otro artefacto que encuentre en la calle pueden ser usados por la imaginación de don José Luis Vázquez Alcocer para crear vehículos que utiliza para pasear a niños en los parques de la capital y por los que cobra sólo unos pesos.
Don José Luis también es poeta y amante de la vida de rancho, construye carretas que jala con sus caballos, pero debido a la ley de bienestar animal le han prohibido usarlos para salir a las calles a pasear niños, por ello construyó la locomotora que él mismo empuja vestido del personaje de Mario Bros.
En el garaje de su casa aún tiene carretas, que sólo utiliza en desfiles o en alguna actividad que se pueda realizar y no genere problemas con el tema de la ley de bienestar animal, además todos los días va a su rancho a ordeñar vacas, dar de comer a los animales y cuidar la siembra.
Lee también: Don Martín prepara churros artesanales desde hace 50 años
Explicó que el acudir con la locomotora a la alameda es una actividad que realmente no deja mucha utilidad, porque les cobra 10 pesos a los niños para darles una vuelta por todo el parque, mientras el niño puede ir tocando la campana, o divirtiéndose con un volante que le colocó y si el niño es más grande hasta les platica detalles sobre el tren en Guerrero.
“Cuando queda tiempo voy a la alameda a trabajar un rato con la locomotora porque me encanta jugar con los niños, y que conozcan el trabajo que se ha hecho toda con materiales reciclados”.
El artesano y poeta se autoadscribe como Chilpancingueño “de las familias rancias de la capital”, señala que su familia siempre vivió en la calle cinco de mayo en el centro de la ciudad y la ascendencia por parte de su madre viene de la comunidad de Almolonga perteneciente al municipio de Tixtla.
Indicó que hacer las carretas “es un sueño que he traído desde niño y nace desde el gusto por los animales, esa es nuestra raíz y a mi me ha gustado conservarlo”.
Destacó que aunque las autoridades han tratado de impedir que salga con sus carretas lo hace ahora utilizando caballos de madera que él mismo ha tallado, “pedí permiso para que me dejen circular con la carreta en el zócalo con un caballito de madera que es jalado por rodajas, pero la autoridad dice que no puedo hacerlo por la ley de bienestar animal y no entienden que son artesanías de madera en las que vamos a pasear a los niños sin caballos vivos”.
El Güero como muchos lo conocen indicó que aunque las autoridades le restrinjan el espacio él siempre saldrá a trabajar con sus carretas artesanales o la locomotora elaborada con material reciclable, porque es un gusto mostrar lo que inicialmente construye en sus sueños y después hace realidad con sus manos.