En su infancia no había juguetes como los de ahora, en su pueblo natal, la luz de Juárez perteneciente al municipio de Tlalixtaquilla, su abuelo le enseñó a fabricar animalitos con palma, y con ellos jugaba, años después, emigró a la ciudad y ante la falta de un empleo, se dedicó a fabricar esos juguetes de la infancia para ofrecerlos en venta, la actividad le ha generado suficiente para mantener a su familia y recorrer plazas de toda la república mexicana.
Alfonso Chávez Espinoza, recordó que en su comunidad todos se dedican al campo, a la producción de maíz, y frijol que se usa para alimentarse, pero él quiso probar salir a otros lugares para buscar un empleo mejor remunerado, que le permita mantener a su esposa y tres hijos, al no encontrar, recordó que él desde niño aprendió a realizar figuras con palma que son muy llamativas y especialmente a los niños les gustan.
“Se hacer chapulines, libélulas, grillos, palomas. Burritos y muchas figuras, pero las que más piden son estas de chapulín”.
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Su destreza para elaborar las figuras de palma le permite hacerlas en sólo cinco minutos, y para ello también aprendió a curar la palma a fin de que se doble, pero no se quiebre, “la palma que vez pintada es tratada la hervimos tres veces para que quede flexible, la que es verde es palma natural y esa sí se quiebra”.
El artesano indicó que la principal herramienta que utiliza son sus manos, sin embargo, también se apoya de unas tijeras y una aguja, lo demás es puro ingenio y creatividad.
El artesano indicó que sus pequeñas obras las vende de acuerdo en el lugar en que se encuentre por ejemplo en Chilpancingo las ofreció pro 20 pesos, pero en Acapulco para los turistas se las vende en 50, en otras ciudades en 30 y así con forme se pueda, “en un buen día he llegado a obtener hasta dos mil pesos de venta, otros días mil, pero otros días no hay mucho”.
La artesanía de palma en el estado de Guerrero tiene una ancestral tradición, y se realiza especialmente en la zona de la montaña de Guerrero, con esta planta se elaboran petates, cestos, figuras, sombreros, bolsos y muchos otros productos, un mercado importante para la comercialización de estos productos especialmente se tiene en el municipio de Chilapa donde se instala el tianguis dominical, ahí se comercializa tanto lo que llaman la cinta que es una trensa elaborada con la palma que luego se cocerá para ir armando los productos o se venden los productos ya terminados.
Como don Alfonso demostró las artesanías también pueden comercializarse de manera directa y si se encuentra el público correcto estas pueden ser bien valoradas.