¿Por qué tengo pesadillas?

Las pesadillas son sueños cargados de ansiedad, quien tiene una pesadilla y se despierta, conserva un recuerdo detallado de lo que estaba soñando. Esto no ocurre entre quienes padecen terrores nocturnos, una parasomnia relacionada con el sistema de alertamiento

EFE

  · domingo 25 de julio de 2021

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Las pesadillas no son sólo cosa de niños. Los sueños de algunos adultos también albergan episodios aterradores. Conozca el motivo por el que se producen y sepa cómo afrontar estas angustiosas parasomnias.

“Cuando duermo, sueño, todos soñamos todas las noches, aunque algunas personas no lo recuerden”, afirma Diego García-Borreguero, doctor en Neurología y Psiquiatría y director del Instituto de Investigaciones del Sueño.

El especialista explica que los sueños y, por lo tanto las pesadillas, se producen durante la fase REM (movimientos oculares rápidos, por sus siglas en inglés), una fase del sueño en la que se da una activación de la corteza cerebral y, a la vez, una paralización del aparato locomotor.

A lo largo de la noche, el sueño REM se va alternando con las distintas fases de sueño denominado no REM o de ondas lentas. Durante este tipo de sueño, la actividad cerebral es menor y no existe paralización del aparato locomotor, por lo que es posible moverse.

El sueño no REM, según indica el doctor, es más frecuente al principio de la noche, mientras que más tarde los periodos de sueño REM se hacen más extensos. Por eso lo más habitual es tener pesadillas en los dos últimos tercios de la noche.

“Las pesadillas son sueños cargados de ansiedad. Así, un sueño podría ser ir paseando en bicicleta junto a la orilla de un río. Pero si en el transcurso de ese paseo, del río surge un monstruo que nos persigue y nos intenta atrapar, hablamos de una pesadilla", detalla García-Borreguero.

ES DIFÍCIL DESPERTAR A QUIEN PADECE UN TERROR NOCTURNO

“El nivel de actividad mental en la pesadilla es importante y el contenido es claro, lúcido y sofisticado”, señala el neurólogo.

"De este modo, quien tiene una pesadilla y se despierta, conserva un recuerdo detallado de lo que estaba soñando. Esto no ocurre entre quienes padecen terrores nocturnos, una parasomnia relacionada con el sistema de alertamiento. Las personas con terror nocturno gritan y presentan grandes signos de agitación. Pero esta reacción no se da en respuesta a un contenido mental determinado", indica el especialista.

“Intentar despertar a alguien que está sufriendo un terror nocturno es difícil, pues no suelen responder a estímulos externos. Muchas veces se vuelven a dormir, pero si se despiertan y se les pregunta qué estaba ocurriendo, no lo van a poder describir pues no hay recuerdo”, aclara el doctor García-Borreguero.

El experto precisa que a lo largo de la noche todos tenemos despertares que duran unos segundos y que, por lo general, no recordamos. Durante esos microdespertares, el modo de funcionamiento del cerebro pasa de sueño a vigilia.

“Es posible que en algunas personas predispuestas estos despertares sean incompletos y que estén funcionando al mismo tiempo parte de las estructuras cerebrales propias del sueño y parte de las estructuras que predominan durante la vigilia. Esto es lo que se denomina un trastorno del alertamiento”, detalla.

"Los trastornos del alertamiento que se presentan con mucha agitación son terrores nocturnos. Si la agitación es moderada, se trata de un despertar confesional y, si el nivel de agitación es bajo, hablamos de sonambulismo", detalla el galeno.

“Es un espectro de síntomas. De modo que es habitual que las personas con terrores nocturnos tengan o hayan tenido algún episodio de sonambulismo”, precisa.

LAS PESADILLAS, MÁS FRECUENTES EN LA INFANCIA

“Los trastornos del alertamiento tienen que ver con la maduración del sistema nervioso central. Son muy comunes en los niños y suelen desaparecer en la adolescencia. No obstante, persisten en un 20% de los adultos. En estos casos, se mantienen durante muchos años”, subraya.

Las pesadillas también son más frecuentes durante la infancia. El doctor García-Borreguero explica que el 24% de los niños de entre dos y cinco años tiene al menos una pesadilla al mes. Esta cifra aumenta hasta el 41% cuando se trata de niños de entre seis y diez años, mientras que a partir de los diez años, baja hasta el 22%.

CAUSAS DE LAS PESADILLAS EN ADULTOS

Respecto a las causas que pueden producir pesadillas en los adultos, el NHS se refiere a episodios de estrés, traumas, enfermedades mentales previas y a la toma de ciertos medicamentos.

En este sentido el doctor García-Borreguero afirma que ciertos fármacos antidepresivos propician un incremento de las pesadillas. Uno de ellos es el bupropión que, además de como antidepresivo, se emplea para la deshabituación tabáquica.

El neurólogo subraya que, en lo relativo a los fármacos que pueden causar pesadillas, "hay que tener en cuenta a todos aquellos que aumenten la actividad del sistema nervioso simpático. Ejemplo de ello son los vasoconstrictores".