En los bosques boreales del extremo norte del planeta, donde la temperatura está aumentando más rápido que en casi cualquier otro lugar del mundo, algunos incendios forestales resisten las nieves invernales y vuelven a reaparecer en primavera.
Ahora, científicos de los Países Bajos y Alaska han descubierto cómo calcular el alcance de esos "incendios zombis" que arden sin llamas durante todo el año en el suelo turbio. De 2002 a 2018, un promedio de alrededor de 1% de los incendios en Alaska y en los Territorios del Noroeste de Canadá fueron causados por incendios invernales que sobrevivieron de un verano al siguiente, según un estudio publicado el miércoles en Nature.
Pero en un año, los incendios zombis representaron el 38% de los que se registraron en la región.
"Sabemos que los incendios pueden comenzar en la temporada de incendios por rayos y humanos. Ahora podemos tener otra causa de un área quemada", dijo el coautor Sander Veraverbeke, paisajista ecologista de la Vrije Universiteit de Ámsterdam. "Si ocurre cerca de una cicatriz de fuego del año anterior, a principios de la temporada, y no hay relámpagos y no es humano, entonces es un incendio invernal".
A medida que el cambio climático seca los paisajes y genera incendios cada vez más feroces en verano, es probable que estos incendios zombis también se vuelvan más comunes, dijo Veraverbeke.
Para calcular la extensión de los incendios zombis en el área, los investigadores construyeron un algoritmo informático que considera imágenes de satélite, registros de rayos y presencia e infraestructura humanas. Para Alaska y los Territorios del Noroeste, ese algoritmo produjo una estimación del 0,8% del área quemada durante un período de casi dos décadas.
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Incendios zombis también se han registrado en Siberia en los últimos años, y el nuevo algoritmo podría usarse con datos locales, incluidas imágenes satelitales, para estimar el alcance de los incendios invernales en el norte de Rusia, dijo Veraverbeke.
Para sobrevivir al invierno, los incendios tienen que ser especialmente intensos y profundos, sugiere el estudio, que mostró que la cantidad de lluvia o nieve que cae parece ser intrascendente.
"El simple hecho de que esto esté sucediendo ya es bastante loco y muestra cuán rápido está cambiando esta región debido al cambio climático", dijo Veraverbeke