Hurgando en los contenedores de basura don René recolecta los envases de aluminio y plástico, para ganarse unos pesos.
La delgada figura de este personaje es inconfundible, su camiseta color roja, la gorra y el paliacate, lo protegen de los inclementes rayos del sol.
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Su ruta de trabajo comprende desde la playa Papagayo al hotel Krystal, lleva su "diablito" y un costal de plástico, en el que junta el producto que es desechado y que después vende.
Con 69 años a cuestas se le pregunta a don René desde cuándo se dedica a la pepena y aclara que no es esta su labor, "recolectó plástico y envases de aluminio".
Pero aclaro que antes fue chalan de pintor automotriz, su último empleo lo tuvo en un taller mecánico ubicado en la calle Tepic, de la colonia Progreso.
Pero sin explicar que lo orillo a abandonar el oficio de pintor automotriz, dice que desde hace un año que cambió de profesión.
En su nuevo empleo ha llegado a ganar 150 pesos al día, por eso sale tempranito de su hogar y va de contenedor a contenedor para que salga el día.
Aunque en el contenedor no encontró nada útil, no pierde el ánimo de seguir buscando el material tan codiciado para venderlo y llevar el sustento a su familia.