La invasión de la zona federal adyacente al cauce de la Barranca de Las Calaveras inició hace casi medio siglo, los primeros en asentarse en ese lugar fueron trabajadores despedidos de un aserradero que se encontraba cerca y cerró sus puertas, “supimos que el terreno del aserradero no abarcaba la zona federal y por se construyó la casa aquí”, recordó don Antonio García a quien llevaron a ese lugar sus padres cuando tenía 13 años.
Don Antonio García que vive justo a un costado del cauce de la barranca indicó que su casa es segura aunque indicó que se necesita que haga de concreto el cauce para que el agua no la haga más profunda.
Recordó que su padre fue empleado del aserradero y en él le proporcionaban alojamiento pero cuando cerró, tuvieron que entregar el espacio, entonces supieron que había una zona federal y ahí podrían construir una casa, “entonces no había nada, ni una casa por aquí, no estaba el mercado, ni la terminal de autobuses, fuimos los primeros después empezaron a llegar más hasta que se pobló todo”.
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Señaló que con cooperaciones de los propios habitantes se ha logrado pavimentar la calle principal de lo que es la barranca de las calaveras de tal forma que ahora el agua que baja de la parte alta corre por encima de la calle hasta llegar frente a su casa donde escurre a su viejo cauce.
Estableció que conoce bien la forma en que actúa la barranca, cuando corre poca agua arrastra arena que se detiene en el cauce y se cubre el cauce pero cuando llueve fuerte el agua vuelve a escarbar y ahonda en la tierra.
“Por eso estamos buscando que se haga el cauce con concreto desde esta zona para conectarlo a la bóveda que está a un costado del mercado”.
Hoy a la orilla del cauce de la barranca tiene más de 200 viviendas algunas construidas de concreto y hasta de dos pisos con acabados finos, los más osados construyeron sobre el propio cauce de la barranca dejando el espacio para que el agua fluya.
Ingrid y Manuel
Don Antonio recordó que con las tormentas Ingrid y Manuel hubo daños en la parte alta a él que se encuentra en la parte baja el agua no lo tocó, “nosotros no recibimos ningún apoyo fue en la parte alta a los que les dieron departamentos en fraccionamiento Nuevo Mirador pero abusaron y se quedaron también aquí”.
Don Gabino de la Cruz López otro de los habitantes de este asentamiento recordó que con Ingrid y Manuel desaparecieron todas las casas de la parte alta que es donde él vive sin embargo no todos recibieron el apoyo porque les dijeron que se terminó el recurso y no hubo posibilidad de que recibieran las casas por eso se quedaron a vivir en el mismo sitio donde con sus propios medios reconstruyeron su casa.
“La zona federal es pegado a la barranca pero nosotros tenemos escrituras estamos más lejos del cauce y nos dijeron que si nos íbamos teníamos que entregar aquí pero no nos dieron”.