Don Antonio el buzo, lleva más de 4 décadas sacando ostiones y mariscos de la bahía de Acapulco, los cuales comercializa diariamente en la playa Papagayo, cerca del Asta bandera.
Originario de la Tierra Caliente de Guerrero, llegó al puerto en los años 60 ‘S, con sus padres y sus 5 hermanos, quien en un principio se dedicó a la construcción.
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Desde la edad de 20 años don Antonio, aprendió a bucear solo, pues siempre le gustó nadar en la playa y hoy en un pequeño espacio vende el ostión plateado y fresco, el cual ofrece la docena en 100 pesos acompañado de limón, sal y salsa búfalo.
Todos los días llega en punto de las 8:00 de la mañana para sacar del mar este marisco de concha, el cual hace unos días estuvo en veda y se retira después de las cuatro de la tarde.
“Regularmente sacó de ocho a diez docenas, si hay mucha venta y se me acaban me tiro de nuevo, y me voy hasta que venda todo”.
Una vez que saca el ostión plateado, los mete a una cubeta con agua potable y limpia la concha para posteriormente abrirlos con un cuchillo y los coloca en una charola la cual exhibe encima de una mesa.
Él se acerca a los bañistas y ofrece los ostiones recién sacados del mar, algunos restauranteros le compran a don Antonio, para revenderlo a un precio más elevado.
Él tuvo dos hijos y de este trabajo sacó adelante a su familia, sin embargo, ninguno de ellos se dedica a lo que su padre ha hecho durante más de 40 años.