Hablar de Chilpancingo ya no solo es tener como tema de conversación el pozole o el toronjil, sino también los sitios populares, y uno de estos lugares es el andador Zapata.
Se trata de una calle andador que está cerrada a los vehículos y que conecta a la alameda Francisco Granados Maldonado con el Zócalo de la ciudad.
Es una vía de unos 500 metros, sobre las que están instalados diversos establecimientos como cafeterías, bares, algunas librerías, pero principalmente tiendas donde se vende ropa y zapatos.
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El andador Zapata es un reflejo de Chilpancingo. Hay pocos árboles, y casi no cuenta con espacios para que las personas puedan tomar asiento, incluso hace apenas unos meses se colocaron algunos contenedores de basura, ya que no había.
Regularmente se reportan cúmulos de basura, falta de iluminación y principalmente la invasión de vendedores ambulantes.
Es una zona preferida por los artistas callejeros y también para hacer una caminata al atardecer, en una ciudad que carece de espacios para la sana convivencia.
Este andador atraviesa las calles Hermenegildo Galeana, Galo Soberón y Parra, así como la Francisco I. Madero, hasta llegar al centro de la ciudad.
La última remodelación que sufrió fue en 2012, cuando las autoridades municipales buscaron dar una nueva imagen al centro de la ciudad, tras la restauración de todo el zócalo por los festejos del Bicentenario de la Independencia de México.
Sobre el andador, está colocado un busto de Emiliano Zapata, un símbolo de la Revolución Mexicana. También se encuentra en el otro extremo una estatua del “Tigre”, una figura de la popular danza de los Tlacololeros.