La casa de reciclaje Amo Tlazolli se ha convertido en una pequeña luz, que demuestra que la activismo social puede hacer cambios por la comunidad, en este caso en Chilpancingo, dónde se busca dar un segundo uso a las cosas para reducir la contaminación.
Este proyecto fue iniciado por el joven Moisés Emmanuel Manzanares Manzanares, quién es ingeniero ambiental, egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
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El nombre Amo Tlazolli, provienen del náhuatl, cuyo significado podría traducirse en “no lo tires a la basura” o simplemente “no es basura”.
Esta iniciativa busca recopilar materiales como periódico, vidrio y cartón, los cuales revende a fábricas de reciclaje de la Ciudad de México.
También, las personas pueden llevar diversos materiales y artículos a manera de donación, intercambio, así como también para vender algunos artículos.
La idea central de estos trueques se puede reducir el impacto ambiental, ya que en vez de que todos los artículos que ya no se ocupan en una vivienda y sean desechados y tirados a la basura, puedan tener otro uso para otras personas.
El lugar se encuentra en el número 8 de la calle Nicolás Bravo, a unas dos cuadras del zócalo de Chilpancingo.
Dentro del local se pueden encontrar diversos artículos, desde prendas de vestir, libros, utensilios de cocina, hasta zapatos y juguetes.