Afilador, oficio que se resiste a desaparecer

Desde hace 35 años, don Delfino Sánchez saca filo a tijeras y cuchillos en colonias de Acapulco

Adriana Covarrubias | El Sol de Acapulco

  · sábado 11 de febrero de 2023

Don Delfino de 52 años de edad con su equipo para afilar ha recorrido todo Acapulco. / Foto: Adriana Covarrubias | El Sol de Acapulco

El oficio de afilar cuchillos, se está resistiendo a desaparecer, Delfino Sánchez Hidalgo desde hace 35 años se dedica a dejar la hoja de los cuchillos y tijeras listas para el uso doméstico y otras actividades.

En Acapulco sólo una decena de afiladores de 100 que iniciaron este oficio sobreviven recorriendo colonias y poblados de Acapulco, pero con el tiempo el aliento, debido a su edad, ya no les da para usar con fuerza sus silbatos.

Don Delfino de 52 años de edad con su equipo para afilar ha recorrido todo Acapulco, pero ahora ha cambiado su ruta y ha seleccionado colonias donde los clientes requieren más de su servicios, entre ellos restaurantes y negocios como carnicerías, estéticas y casas habitación.

Desde las 10:00 de la mañana Don Delfino recorre colonias, que se ubican en el Fraccionamiento Costa Azul, Icacos, La Base y toda la zona Diamante y va tocando su silbato que con poca fuerza va saliendo el sonido desafinado.

Lee también: Los hot cakes de doña Susy, 12 años de tradición

“Ya hay muy pocos afiladores ya no es como antes que hasta te encontrabas con dos o tres compañeros en una sola colonia, pero los que seguimos aquí seguimos porque no nos queda de otra hay que sacar para comer”.

El oficio de afilador ahora es para ir medio pasándola porque para ahorrar ya no deja, “es para vivir al día”.

Lleva 35 años afilando cuchillos y tijeras. / Foto: Adriana Covarrubias | El Sol de Acapulco

En un día y dependiendo la colonia o el día de la semana, se afila en su máquina hasta 20 cuchillos y tijeras, con un costo que va desde los 25 hasta 70 pesos de acuerdo el tamaño y aseguró que no ha subido sus precios.

Una colonia la visita cada quince días o al mes, sus clientes ya esperan a Don Delfino con sus cuchillos para dejar la hoja afilada.

Don Delfino sacó adelante a sus cinco hijas, aunque todas ya están casadas, pero le pudo dar estudios por las ganancias que este oficio tuvo auge en la época de los 90´s.

“Por las calles voy silbando y ya la gente sabe cuando viene el afilador”.

Da gracias a Dios que en su recorrido por las colonias de Acapulco y ahora en su dos nuevas rutas no le ha pasado nada a pesar de la inseguridad.