Maximiliano Rodríguez Solano, es un niño de 11 años que diariamente ayuda a sus padres a vender pan estilo Chilapa en las calles del centro de la Ciudad.
Desde las cuatro de la tarde él y sus padres compran un canasto con variedades de panes para comercializarlos por diferentes colonias.
Son alrededor de 100 a 120 piezas las que diariamente cada uno adquiere para revenderlas en 7 pesos cada una, teniendo una ganancia aproximada de 200 pesos cada uno.
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Max, como le dicen sus compañeros en la primaria cursa el sexto grado y asiste a sus clases por la mañana de 8:00 de la mañana a 12:30 de mediodía.
El pequeño lleva más de 2 años apoyando a sus padres a vender ese alimento para sacar adelante a su familia integrada por 6 personas, 4 hermanos y sus padres.
Maximiliano dijo qué hay días que no quiere salir a vender porque prefiere quedarse en su casa para poderse quedar a jugar con sus vecinos, sin embargo, sabe que si no sale será un recurso menos para su casa.
El paaaaan, grita Max con su delgada voz al caminar por las colonias céntricas del puerto, en dónde tiene ya algunos clientes que constantemente adquieren el pan estilo Chilapa y en dónde algunas veces le dejan el cambio para su recreo.