La efervescencia y gozo de la Copa Mundial de Futbol de Rusia en la que participa México con éxito hasta la segunda ronda con victorias de 1-0 sobre Alemania y 2-1 ante Corea del Sur, lleva al recuerdo y gozo del balompié acapulqueño con sus grandes estrellas incrustadas en el equipo tricolor, en primera, segunda y tercera división y hasta uno en Europa.
La gente acapulqueña vestida con la tradicional playera verde, la blanca o la roja, se ha olvidado de sinsabores para gozar al máximo en sus hogares, restaurantes, bares y en equipos móviles, los partidos que llegan desde Rusia todas las mañanas vía televisión con expectativa celebrada en las calles con ondear de banderas y bocinazos de los autos con el clásico “tu tu tuuu” con los resultados obtenidos.
En Acapulco cada año se repite la historia para festejar aquel 12 de octubre de 1944 cuando se jugó en el campo El Parazal de Fernández, hoy Tepito, el primer partido oficial de futbol entre el Iberia o furia roja española radicada en Acapulco y América integrado por puro porteño.
Desde entonces quedan para la historia miles de futbolistas integrados en legendarios equipos patrocinados por la industria sin chimeneas y en ligas de futbol y de ahí resaltan grandes jugadores que formaron parte de cuadros de Primera División y de la Selección Mexicana como el multicolor Jorge Campos Navarrete, hijo del extinto Alvaro “Ñoño” Campos de allá de Plan de los Amates.
Jorge Campos, con 47 goles anotados, un jugador fuera de serie nacido en Acapulco el 15 de octubre de 1966, se desempañó como delantero y portero en las filas del Inter Acapulco, de donde fue presentado por don Goyo Guzmán ante el entonces entrenador de Pumas de la UNAM, Miguel Mejía Barón, a quien gustó su peculiar forma de jugar y se lo llevó a debutar con éxito en el cuadro universitario.
Fue convocado a la Selección Mexicana de Futbol con la que defendió la portería en los Mundiales de Futbol de Estados Unidos 1994 y Francia 1998 y reconocido por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol como el tercer mejor portero del mundo del año 1993 y actualmente es el guardameta mexicano mejor ubicado por encima de Oswaldo Sánchez, Adolfo Ríos y Óscar Pérez y durante su retiro después del Mundial de Corea-Japón, se incorporó como auxiliar a la Selección Mexicana por invitación de Ricardo La Volpe, además de ser invitado en varias ocasiones a disputar encuentros con la selección Resto del Mundo con estrellas como Messi, Ronaldinho o David Beckham.
Otro portero destacado fue el Orgullo de Tenexpa, José Samuel Máñez Reyes, con Guerreros de Acapulco y Veracruz, fallecido en un percance vehicular el 26 de diciembre del 2000 cerca de la ciudad de Córdova, cuando regresaba de festejar la Navidad con su familia y se incorporaba al cuadro jarocho.
La misma Selección Mexicana de Futbol tuvo en sus filas a otro guerrerense, el mediocampista Orbelín Pineda Álvarez, nacido hace 24 años en Coyuca de Catalán y finalmente relegado para el Mundial por el estratega Juan Carlos Osorio.
Otros destacados son el marquesano Rogelio “Ro-Ro” Rodríguez en Tigres de la UAdeNL, Guillermo Pozos en Morelia, Toros Neza, Coatzacoalcos y Toros Celaya; Dagoberto Pacheco con Jaguares Acapulco, Tama Arellanes, Sócrates Cuevas Castro, con Cruz Azul; Zenón Tavares, “El Acapulco” Herrera y los veteranos vigentes sin llegar al profesionalismo Epifanio “Pifas” Hernández Liborio, el guardameta Mario “La Muerte Castillo, Abelardo “Chino” Cortés, Francisco “Chico” Aragón, José Ayala Vizcarra “Pepe Borja”, entre otros, sin olvidar desde luego a la mundialista Belén de Jesús Cruz Arzate
El futbol local no sería posible sin la existencia de cuerpos arbitrales y la organización de ligas de futbol como la Fidel Velázquez Sánchez, Unidos por el Deporte en Guerrero, Futbol en Movimiento, Regional de la Costa, Campesina, Independencia, Benito Juárez García, Hugo Sánchez, Hermanos Aguirre, Porteña de Futbol, HorFlor, Real Azteca, Premier Acapulco y Restaurantera Acapulco.
Algunas ligas ya se encuentran en decadencia a causa de la depauperada economía de niños, jóvenes y adultos y hechos de violencia, sin embargo, la pasión futbolera persiste en Acapulco desde hace 74 años cuando se jugó el primer partido oficial de futbol entre los Rojos del Iberia y Blancos de Acapulco.