El futbol español dijo adiós al argentino Lionel Messi, fichado por el París Saint-Germain, sufrió la frustración del Real Madrid que no pudo traer al francés Kylian Mbappé (PSG) y vivió a última hora la bomba del retorno del galo Antoine Griezmann (Barcelona) al Atlético de Madrid, cuya cesión se confirmó tras la salida a préstamo de Saúl Ñíguez al Chelsea inglés.
El mercado de Messi y Mbappé se convirtió en la última jornada en el de Griezmann. El galo vuelve, dos años después, al Atlético de Madrid en calidad de cedido. Antes, el Atlético cedió a Saúl Ñíguez al Chelsea inglés hasta final de temporada. Y con la salida de Griezmann, el Barcelona activó la llegada del neerlandés Luuk de Jong, a préstamo desde el Sevilla.
Lee también: La F1 revisará la atribución de puntos tras el GP de Bélgica
Una operación concatenada que comenzó a sonar por la tarde, por la noche pareció prácticamente cerrada, pero a la hora del cierre del mercado, las 23.59 del martes 31 de agosto, no aparecía en la web oficial de LaLiga. Se dio todo por zanjado, hasta que a la media hora la patronal confirmó que las operaciones habían llegado a tiempo y el retraso se debía a la revisión de documentación. La última bomba de un mercado catatónico.
Leo Messi, el adiós más doloroso
La salida de Messi es, sin duda, el gran movimiento de este mercado de fichajes. El delantero argentino, quizás el mejor jugador que se enfundó la camiseta azulgrana en los 121 años de historia del Barcelona, tuvo que salir de un club que no podía retenerle por problemas "económicos y estructurales" que hacían inviable pagar su salario aún bajando sus emolumentos a la mitad, según reconocieron Joan Laporta y el propio Messi.
"Este año estaba convencido de que iba a seguir aquí, en casa", señaló el astro argentino el 8 de agosto en su despedida, marcando la diferencia con la temporada anterior, cuando anunció su intención de irse con un burofax pero finalmente se quedó. Dos días después aterrizó en París para firmar un contrato con el PSG, y el domingo 29 debutó ante el Reims, sustituyendo a su amigo Neymar Junior en el minuto 66.
Antes de la dolorosa salida del '10', el Barcelona había acordado las llegadas del delantero argentino Sergio Agüero -inscrito tras las bajadas de sueldo de Sergio Busquets y Jordi Alba- y el central Eric García, ambos llegados del Manchester City con la carta de libertad; y el delantero neerlandés Memphis Depay, también libre y procedente del Olympique Lyon francés.
De Can Barça salió a última hora Antoine Griezmann, lo que permitió la llegada de Luuk de Jong como cedido. Además, salieron el brasileño Emerson Royal (Tottenham) Illaix Moriba (Leipzig), Junior Firpo (Leeds), el francés Jean-Clair Todibo (Niza) y Carles Aleñá (Getafe), y el albanés Rej Manaj, cedido al Spezia. En total, más de 50 millones de euros en caja.
Mbappé, el fichaje que no llegó
En la pugna de los grandes del fútbol español con el PSG, el Real Madrid persiguió la llegada de Kylian Mbappé, que el pasado domingo marcó dos goles al Reims en el debut de Messi. Según el diario francés L'Equipe, el conjunto blanco llegó a ofrecer 200 millones de euros por él, pero los propietarios cataríes del equipo parisino no dieron su brazo a torcer.
El conjunto de la capital parisina no solo se llevó al capitán y máximo estandarte del Barcelona. También hizo lo propio con el del Real Madrid, Sergio Ramos, que finalizó su etapa de 16 temporadas en el club blanco el 30 de junio, después de no llegar a un acuerdo para renovar por la duración del siguiente contrato, ya que el club ofrecía un año y Ramos pretendía firmar dos.
El defensor sevillano dio su versión del desacuerdo el 17 de junio. "En las últimas conversaciones acepto la oferta con la bajada de salario y se me dice que ya no hay oferta... No sé por qué caducó la oferta", explicó entonces. El 8 de julio acordó su fichaje por el PSG para las próximas dos temporadas. No ha debutado por lesión.
También tomaron la puerta de salida del Real Madrid el central francés Raphael Varane, rumbo al Manchester United inglés por 40 millones, y el noruego Martin Odegaard se quedó en el Arsenal a cambio de 35.
En las últimas horas del mercado, el conjunto blanco confirmó la llegada del centrocampista galo Eduardo Camavinga (Rennes), por una cantidad que según algunos medios es de unos 30 millones. Su fichaje se suma al del central austríaco David Alaba (Bayern Múnich, libre), además de los retornos tras cesión de Gareth Bale (Tottenham), Dani Ceballos (Arsenal) o Luka Jovic (Eintracht Frankfurt).
Griezmann, la bomba del campeón
El vigente campeón de LaLiga Santander, el Atlético de Madrid, protagonizó el bombazo del final de mercado: el retorno de Griezmann y la salida de Saúl al Chelsea, ambas por la vía de la cesión. Una operación era necesaria para que la otra fuera realidad. Pese al suspense, se dieron las dos.
Además de esos movimientos, el Atlético invirtió unos 65 millones entre el centrocampista argentino Rodrigo de Paul (Udinese) y el delantero brasileño Matheus Cunha (Hertha de Berlín). También llegó el portero francés Benjamin Lecomte, cedido por el Mónaco, y el brasileño Marcos Paulo (Fluminense), libre, enviado a préstamo al Famalicao portugués.
Activo como cada verano en el mercado estival, el Sevilla reforzó cada línea, con el portero serbio Marko Dmitrovic (Eibar); defensas como el argentino Gonzalo Montiel (River Plate) y el sueco Ludwig Augustinsson (Werder Bremen); centrocampistas como el danés Thomas Delaney (Borussia Dortmund) y el argentino Erik Lamela (Tottenham), y el ariete Rafa Mir (Wolverhampton). Todo por menos de 40 millones. Del Ramón Sánchez Pizjuán salió Bryan Gil al Tottenham, por 25 millones y con la llegada de Lamela como parte del pago, y De Jong a última hora, rumbo Barcelona.