Es una festividad de mucho arraigo que se celebra en la víspera de la Navidad, es decir, la noche del 24 de diciembre. El nombre es una palabra náhuatl cuya traducción al español sería "ir a la casa de Dios".
Básicamente, consiste en que danzas representantes de los cinco barrios de Chilpancingo, se reúnen en la Plazuela de San Mateo y realizan un recorrido a la Catedral de Santa María de la Asunción.
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Los danzantes señalan que la visita a este principal templo de la ciudad, de la religión católica, tiene que ver con hacer una ofrenda a Dios por los favores recibidos y rendir culto a Jesús en su nacimiento.
Los conocedores señalan que, en Chilpancingo había un personaje que tenía el control de todo el territorio, que era originario de Petaquillas, llamado Nicolás de Tolentino quien cada año hacía esta actividad.
A la fecha, el Teopancalaquis se realiza también en Petaquillas, como parte de la tradición de este considerado cacique.
Al hacer este recorrido, él entrega a la catedral un arco fabricado de manera artesanal, el cual es colocado en la puerta principal del templo.
Seguido, todos los que participan en este recorrido ingresan a una misa, en la que también participan autoridades municipales y líderes de colonias. Al final de esta celebración religiosa, se procede con la quema de castillos en la plaza cívica, primer Congreso de Anáhuac.