En la zona centro de Guerrero, pueblos náhuas realizan durante los primeros días de mayo diversos ritos prehispánicos tradicionales para pedir por la lluvia.

Uno de estos rituales se realiza en Atliaca, donde pobladores y visitantes se reúnen año con año para ofrecer sacrificios de animales en el lugar conocido como el pozo de Oztotempan, ubicado en el municipio de Tixtla.

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Durante estas actividades está estrictamente prohibido tomar fotografías o videos de los rituales que realizan los pobladores y las únicas imágenes que se realizan son mientras las personas caminan rumbo al lugar. De lo demás no hay nada.

Las creencias de los pobladores van en el sentido de que no se permiten las fotografías debido a que se trata de un lugar de culto, y que ese hecho podría molestar a los dioses. Además de que nadie puede acudir en otros días del año.

Esta especie de agujero reúne a decenas de personas quienes previo al Día de la Santa Cruz, llegan al lugar, danzan, toman mezcal y pernoctan, para que después realicen sacrificios de animales y presenten ofrendas florales.

Esta actividad tan peculiar se le conoce como la ceremonia de Atzazilixtli, lo que se traduce como el llamado al agua, y quizás es una de las más importantes de la región.

Atliaca se encuentra entre las cabeceras municipales de Tixtla y Mártir de Cuilapan (Apango), a unos 50 minutos de Chilpancingo.

Estos rituales que realizan los pobladores empatan con las celebraciones religiosas que se realizan en otros lugares como parte de las festividades del Día de la Santa Cruz, lo que une las tradiciones ancestrales con la fe católica.