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En la entrega más reciente de La Guía del Fin de Semana, volteamos la mirada a otros espacios que seguramente también extrañas visitar y que debido a la distancia valoras más que nunca: los museos, en especial los privados y de colecciones personales, porque son de los que más necesitan nuestro apoyo para mantenerse de pie.
Este episodio te conducirá por recintos con aspectos que contemplan parte de la gran diversidad cultural mexicana como juguetes, dulces, pulque y hasta dinosaurios.
Además, para conocer más detalles de cómo se han adaptado los museos y de qué manera buscan el apoyo de su comunidad, La Señorita Etcétera platicó con el biólogo Arturo González, director del Museo del Desierto en Coahuila ¿Lo conoces? Te sorprenderá lo que hay en su acervo y lo importante que es para nuestro país y el mundo.
“El Museo del Desierto es, como su nombre lo dice, un museo de un ecosistema, un espacio en el que habitamos personas que estamos acostumbrados a ver cerros pelones y donde aparentemente no hay mucho. Se fundó en 1999 con el objetivo de crear un sentido de pertenencia y de identidad a los habitantes del desierto”, menciona Arturo González.
Además, dice que al admirar lo que había en su territorio, se dieron cuenta de que que había muchas plantas con espinas, rocas y montañas, y que, precisamente ellas fueron su guía para entender el territorio que hoy es un desierto, pero que antes fue un mar profundo con seres extraordinarios.
“Somos el cementerio de dinosaurios más grande de México”, dice el director que además menciona no solo es un museo como convencionalmente se le conoce, tienen acuarios, jardines botánicos, recintos para la reproducción de especies y una dinámica de generación del conocimiento latente ejectuada por botánicos, especialistas en serpientes, dinosaurios… una comunidad de más de 100 personas.
Arturo González también menciona que así como Darwin, su patrono mayor “si no nos adaptamos, nos vamos a extinguir”, por eso durante la pandemia surgió en sus redes sociales un personaje que ha cautivado a los usuarios, incluso a días de su reapertura decidieron “contratarlo” para convertirlo en uno de sus embajadores; su nombre es Braulio y es un curioso Tyrannosaurus rex que siempre porta un cubrebocas y recorre el Museo del Desierto en tiempo real o con cápsulas curiosas.
¿Cómo ayudar?
Sus ingresos para mantener en buenas condiciones provienen de sus tiendas, expos temporales (fruto de sus investigaciones) y eventos; el gobierno los apoya con menos de un 15 %.
“Generamos un programa de donativos basados en las especies que tenemos en el museo. Digamos que se destina todo a los individuos, animales e instalaciones. Va desde 1 peso, hasta 10 mil, este permite que ingreses un año con tu familia de manera gratuita, visitas backstage, trabajar con los paleontólogos, etcétera), menciona en La Guía del Fin de Semana.
Escucha la charla completa, aquí.
Dónde. Carlos Avedrop Davila #3745, Parque las Maravillas, Nuevo Centro Metropolitano de Saltillo.
Sigue la conversación y apoya: www.facebook.com/museodeldesierto
MUSEO DEL DULCE, MONTERREY
Desde hace cinco años, la sultana del norte vio nacer un recinto que atesorara en su acervo las tradiciones y costumbres al noreste de México en su manera más rica: El Museo del Dulce. Aunque su existencia no tiene ni una década, este espacio cultural es el sueño de Arturo Santoscoy Chávez, quien realiza dulces artesanales desde hace más de 30 años.
Está dividida en seis salas que recrean una antigua casa norteña; también organizan talleres y recorridos. A esta región del país le debemos, por ejemplo, las deliciosas glorias de leche quemada que tienen origen en Linares, un municipio de Nuevo León, Monterrey.
De acuerdo con Arturo, el museo subsiste de las visitas y de una tienda que tienen dentro del espacio. Además, es considerada una empresa incluyente pues entre su personal hay personas con síndrome de down y autismo.
“El museo no percibe recursos de gobierno, haciendo una gran diferencia entre los que sí son ya que ellos sí perciben apoyos para pagos de renta del inmueble, luz y sueldos, etcétera”, menciona Santoscoy.
¿Cómo ayudar?
Tienen en curso una campaña de fondeo en Donadora, con la que buscan mantener abierto el Museo del Dulce. Ofrecen recompensas que van desde tarjetas postales hasta canastas con distintos dulces.
Dónde. Dentro del Paseo Santa Lucía en Diego de Montemayor 444, colonia Centro.
Sigue la conversación en: www.facebook.com/MuseodelDulce
MUSEO DEL JUGUETE ANTIGUO, CIUDAD DE MÉXICO
Barbies mexicanas, luchadores, figuras de Cantinflas y hasta aliens de distintas épocas conviven bajo el techo del Museo del Juguete Antiguo y sus miles de objetos, colección de la familia Shimizu. ¿Cómo han vivido esta momento crítico? ¿Y qué tienen planeado para salir avante?
Roberto Shimizu Kaneko, director del Museo del Juguete Antiguo Mexicano cuenta que en su recinto calculan pérdidas de más de un millón en actividades relacionadas al museo, “Ha sido muy difícil, los museos adquirimos vida cuando la gente nos visita, por eso hace una semana y media o dos empezamos con visitas privadas gratuitas…También en apoyo a la comunidad que estuvo y ha estado en sus casa, un grano de arena para la sociedad”.
Por el momento mantienen actividades virtuales y constante sanitización por si te animas a visitar el recinto; hay medidor de temperatura, limpieza de calzado con solución con cloro, gel antibacterial en taquilla y distancia social entre visitantes
¿Cómo ayudar?
Asiste a los recorridos privados que, si bien son gratos, también puedes realizar cooperación voluntaria en agosto. Escribe a hola@museodeljuguete.mx
Dónde. Dr. Olvera 15, colonia Doctores, Ciudad de México
Sigue la conversación en redes: https://www.facebook.com/museodeljuguete/
MUSEO DEL PULQUE, CIUDAD DE MÉXICO
Así como el ambiente amigable y familiar de ir a una pulquería, así el museo dedicado a este elixir sobrevive con el apoyo de otras pulquerías, en especial de La Palma, La Gloria de Neza y Vacas Verdes. De igual forma, la venta de curados que les ha permitido seguir el proyecto y una gran programación de eventos vía streamming en Facebook Live.
De acuerdo con Luis Salgado, coordinador cultural del Museo del Pulque y las Pulquerías, el recinto busca reivindicar la cultural y las tradiciones del pulque. Investigar, documentar y difundir los procesos de esta bebida ancestral para erradicar los malos mitos que pudieron desprestigiarlo; además, generar una comunidad en torno a las personas que articulan, trabajan y dan voz al pulque.
El espacio cuenta con tres salas , en ellas una línea del tiempo, desde la época prehispánica hasta la actualidad; con información y utensilios que se necesitan para el proceso artesanal del pulque y una colección de vasos tradicionales.
¿Cómo ayudar?
De varias maneras, nos dicen que siempre es bueno el apoyo moral y que eso les ayuda a no desistir en el proyecto; pero, otra forma es pidiendo pulque y curados a domicilio, o gastronomía como quesadillas de corazón de maguey en tortillas de nopal, con guarnición de frijoles y salsa borracha que tiene una base de pulque natural; también venden helados hechos con curados de distintos sabores. Pueden solicitarlo directo a su página de Facebook.
Dónde. Hidalgo 109, colonia Guerrero, junto al templo de San Hipólito.
Sigue la conversación en redes: www.facebook.com/mupyp
PLUS
Son muchos los espacios que hay por explorar. Eso sí, la apertura de estos está avalada por las autoridades federales y estatales. Por el momento en su mayoría están cerrados y si abren visitas estas son controladas para que sean en grupos con cita y con menos de 10 personas. Además, mantienen los lineamientos de sana distancia e higiene.
Además, te compartimos una lista de museos que también necesitan tu apoyo virtual o presencial, para tenerlos en el radar:
Museo Vivo, “Los Bichos de Malinalco”, en el Estado de México
Museo Soumaya, en la Ciudad de México
Museo del Azúcar, en la Ciudad de México
Museo México Me encanta, en Querétaro
Museo del Calzado, en la Ciudad de México
Museo Nacional del Títere, en Huamantla, Tlaxcala
Museo del tiempo, en Tlalpan, Ciudad de México
Y bueno, muy seguramente todos aquellos pequeños museos que han visitado cuando están de viaje, que son locales o de autogestión. Piensen en ellos y dense una vuelta por sus redes para ver cómo la están pasando.