La edad no impide cumplir sueños, Melesio Pérez Velásquez lo logró y a sus 88 años ha publicado su libro de poemas dedicados a su gente, costumbres y tradiciones de cada municipio y rincón de Guerrero.
Con ayuda de sus hijos, don Melesio, quien ahora está delicado de salud al sufrir una caída, le ayudaron a cumplir su sueño y ahora ha publicado su libro “Poemas del Estado de Guerrero” un legado para mi estado natal.
En este libro contiene 62 poemas donde retrata la alegría de su gente, vivencias, paisajes, los pescadores de Costa Grande, las mujeres, las costumbres de los pueblos entre ellos el folclor y cultura.
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Don Melesio con su buena memoria relató que aún tiene material para escribir dos libros más y en este su primer libro publica parte de su vivienda que lo convirtió en poemas.
“Costumbres, emociones, trabajadores, el campo, montañas, veredas, los migrantes que se van de sus tierras y regresan triunfantes y derrotados, paisajes, amores y desamores todo eso esta escrito en poemas”.
Don Melesio, quien también es un buen pintor donde ha plasmado paisajes de la naturaleza de Guerrero, relató que en sus ratos libres al dejar su trabajo como prestador de servicio turístico se dedicaba a escribir sus poemas.
Originario de Coyuca de Catalán, dice que su poema favorito y uno de los primeros que escribió fue octubre en Acapulco que fue cuando llegó a vivir a este destino de playa.
“Mi libro de poemas está basado en usos y costumbres de Guerrero, tradiciones, vivencias, imaginarios y reales. Vivencias que he tenido”.
Dijo que más de 300 poemas ha dejado fuera y espera que su hijo le ayude a seguir su proyecto de elaboración de dos libros más de poemas.
El canto a Santa Lucía, imposible te olvidé, tú y Caleta; Marquesana, Andanzas de un guerrerense, Calentana, dos rosas, pescadores de la costa, el embrujo, costeñita, Perla Acapulqueña, Taxco es un primor, en pie de la cuesta, amistad virtual, Sólo falta el amor, un salvavidas, confidente taza de café, entre otros poemas fueron escritos por don Melesio.
Don Melesio quién es una cajita de experiencias, además de poeta, pintor, también habla inglés y francés, y recuerda que cuando llegó Acapulco estaba en su auge el arribo de cruceros donde trabajó como transportista y guía de turistas.
