Rodeada de amigos y admiradores de toda la vida, la bailarina, pianista y actriz Sonia Amelio fue testigo de su inmortalización en el documental Sonia Amelio. Mexicana Universal, el cual fue presentado en el auditorio que lleva su nombre, en las instalaciones de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) No. 6, en Coyoacán.
“Estoy muy emocionada y motivada, este documental confirma que siempre estoy en un reto permanente. La gente al saber de mi historia creen que es algo inimaginable, pero para mí significa todo, mi máximo: yo vivo para y por el arte".
"Creo que mi vida es un ejemplo de necedad en el estudio, y de pasión absoluta, pero quiero que todos sepan que sin disciplina no habría logrado lo que he logrado. Ese quiero que sea mi mensaje, que tengan presente que, si en verdad se desea algo, todo es posible”, comentó Sonia Amelio en entrevista con El Sol de México.
Así, este documental comienza su historia desde su nacimiento en 1941, en la Ciudad de México, el modo en que, con el apoyo y disciplina de sus padres, a los tres años ya comenzaba tomar clases de baile, para ofrecer su primera presentación musical en el Palacio de Bellas Artes a los 6 años, y su primera presentación de danza clásica muy poco tiempo después en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Además habla el modo en que en corto tiempo se tituló como concertista, bajo la tutela del director Salvador Ochoa.
La cinta también se detiene en el momento en que concibió la que sería una de sus más grandes y reconocidas aportaciones para las artes escénicas: realizar arreglos musicales del repertorio sinfónico para una variante de las castañuelas, llamada crótalos, con lo que volvió ese instrumento de percusión en uno melódico, que, además, se presentaba con coreografías que ella misma ha compuesto y continúa representando.
Entre los compositores de los que ha hecho arreglos se encuentran Bach, Tchaikovski, Brahms y Chopin.
Esta aportación musical la llevó a participar como solista en la ahora extinta Unión Soviética, donde debutó en San Petersburgo, junto al Ballet Bolshoi. Con los solistas de esta agrupación realizó una gira por países como Rumania, Bulgaria, Lituania, Letonia, Estonia e incluso México. En Rusia también se estrenó como solista con la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk.
El documental, igual pone hincapié en su faceta como actriz de cine y televisión, al cual incursionó por invitación del emblemático actor y director, Emilio “El Indio” Fernández. Su debut fue con la película Un dorado de Villa, por la cual recibió en México una Diosa de Plata, en la categoría de Revelación Femenina. Con 14 películas y otras producciones, Amelio participó en películas de otros destacados directores como Alejandro Jorodowsky y Antothony Carras, Toshiro Mifune, entre otros.
Sonia Amelio, con alrededor de 70 composiciones, ha ganado más de 400 premios, nacionales e internacionales, entre ellos la medalla Pushkin, el máximo reconocimiento que otorga Rusia a sus ciudadanos que han destacado en las artes y las humanidades.
Desde 1995 ha visitado varias partes de México y el mundo pregonando la paz entre los pueblos, a través de su Cruzada de Arte por la Paz, que emprendió en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, durante los conflictos entre el gobierno mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Curiosamente, la presentación de este documental coincidó con el aniversario de esta iniciativa de coreógrafa y concertista, razón por la que reconoció sentirse “más que agradecida”, por lo que propuso una próxima presentación, también en la aquel auditorio universitario.