Ruinas arqueológicas prehispánicas que evidencian una floreciente civilización antes del siglo 14 en la región de la Costa Grande de Guerrero, fueron localizadas en el municipio de Tecpan y de acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia estas son parte de la muestra de que en Guerrero existe civilización desde hace mil 300 años.
De acuerdo con antropólogos del INAH las ruinas podrían ser lo que en el pasado se conoció como Apancalecan una ciudad que está referida en el códice Matrícula de los Tributos, esta ciudad después en la época de la colonia se transformó en “Tequepa” y de ello hay evidencia en un mapa del cartógrafo elaborado pro Abraham Ortelius en 1570.
Las ruinas arqueológicas generan una particular expectativa de que contengan mucha riqueza informativa sobre la civilización que se desarrolló previo al dominio español.
El personal del INAH que ha realizado las primeras demarcaciones de lo que fue el asentamiento, establecieron que en esta región se tiene expectativa de que la civilización existe desde hace 1,300 años y ello se establece a partir del hallazgo de evidencia de horticultura y explotación de fauna en la cercana laguna de Tetitlán.
Lee también: Localizaron vestigios arqueológicos importantes en Corral de Piedra
El asentamiento se ubica en un espacio de 29 hectáreas mismas que pertenecen a terrenos comunales del ejido Tecpan de Galeana, en el paraje conocido como El Cerrito, en el lugar se han registrado 26 montículos menores, que contienen altares y estructuras alargadas en buen estado de conservación, además de que estos montículos son espacios que delimitan otras zonas como plazas, áreas residenciales o estadios de juego de pelota.
Los montículos se distribuyen de forma periférica a un montículo de grandes que podría tratarse de una pirámide cuya base es de 73.5 metros por 60 metros, y 25 metros de altura, con espacios adyacentes, como plazas, donde se registraron dos estelas lisas, dos afloramientos rocosos con pozuelos y pocitas.
Al interior de este complejo identificaron hondonadas que se conjugan con las estructuras alargadas, posiblemente asociados al almacenamiento de agua y represas, ya que el sitio tiene un emplazamiento estratégico a 850 metros de la margen oriente del río Tecpan y a un kilómetro de la laguna de Tetitlán, de donde los habitantes de la ciudad se habrían abastecido del vital líquido.
En las cosas que se están catalogando se incluyó también un altar con dos estelas gemelas en la cima de lo que se conoce como el cerro del Mono, punto al que está orientado el principal montículo del asentamiento recién descubierto.