CALANDA. Dos cineastas mexicanos fueron premiados en la 18ª edición del Festival Internacional de Cine Buñuel Calanda que tuvo su sesión de clausura este sábado en el Centro de Cultura de esta localidad aragonesa.
El premio del público a mejor largometraje fue para Influencia, de Pablo Aura, mientras que el cortometraje Una mano bajo la nieve, de José Esteban Pavlovich, obtuvo el premio que concede Aragón TV, dotado con 900 euros.
Pablo Aura explicó que Influencia, es una especie de cuento de hadas que ocurre en Tlatelolco en la Ciudad de México. “Es una historia que habla sobre una chica que tiene un miedo irracional de salir y de ver a la gente a la cara y a partir de que conoce a un chico del barrio, toda su vida va cambia”.
Para Pablo Aura la experiencia en Calanda “ha sido muy hermosa, muy mágica, estoy muy contento de haber podido compartir esta película, es un sitio al que se viene a estar con amigos, a ver buen cine y a estar en un lugar al que de otra forma no llegarías”.
Por su parte, José Esteban Pavlovich destacó la importancia de estar en Calanda, pues, dijo que tras conocer la filmografía de Luis Buñuel, decidió que quería hacer cine. En Una mano bajo la nieve, Fabián, un pescador de Bahía de Kino, en Hermosillo, Sonora, pasa sus días tranquilos trabajando bajo el sol y sobre el mar, pero su vida da un giro cuando llega la trágica noticia de la muerte de su hermano gemelo, hecho que lo impulsa a iniciar un viaje lleno de desasosiego buscando la verdad del asesinato.
El público también reconoció a la película española Cuentas divinas, de Eulalia Ramón, como el Mejor cortometraje del certamen. En el filme, Mónica es una mujer normal con una vida normal en un lugar cualquiera de cualquiera de estos tiempos modernos, sin embargo, un buen día, por un detalle sin importancia que podría haberse solucionado como cualquier otra desavenencia previa, mata a su marido.
También logró el premio del público el documental español Frente al silencio, de Emilio Ruiz Barrachina, que ha estado en diversos festivales alrededor del mundo, pero no se había presentado en España. En la cinta, Fuensanta es bailaora de flamenco, prepara un nuevo espectáculo basado en el libro La cabellera de la Shoá del poeta Félix Grande y decide visitar Auschwitz y enfrentarse al silencio.
En la última jornada del certamen, el director de fotografía, José Luis Alcaine, impartió la conferencia La profundidad de campo en el pasado y en la actualidad, y explicó que en los tiempos de la pandemia hizo una revisión de las películas que le han dejado una huella y son aquellas en las que el director no pretende llevar al espectador a fijarse en algo determinado, sino que hay libertad de quien las ve para escoger donde mirar, participar, integrarse.
“Estoy en contra del cine que se hace ahora, de dejar grandes espacios desenfocados con el objetivo de conducir al espectador a un punto determinado”, dijo y compartió con los asistentes diferentes escenas de películas de cineastas como William Wyler, John Ford, Orson Welles y Luis Buñuel, para demostrar que la profundidad de campo hace que el espectador se sienta más partícipe de un filme.
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Alcaine presentó, junto con el actor George Steane la última película de Pedro Almodóvar, Extraña forma de vida, que en palabras del director, alude al famoso fado de Amalia Rodrigues, cuya letra sugiere que "no hay existencia más extraña que aquella que se vive de espaldas a los propios deseos".
En su sesión de clausura, la 18ª edición del Festival Internacional reconoció la importante labor realizada en el cine español con los homenajes a la productora, directora y guionista Isona Passola, al célebre director de fotografía José Luis Alcaine, al hispanista Gabriele Morelli, así como la labor que lleva a cabo Filmoteca Española en la conservación y difusión del patrimonio cinematográfico.